En julio próximo, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) podría poner a disposición del público interesado, el proyecto de bases de licitación del proceso IFT-12, a través del cual buscará colocar en el mercado bandas de frecuencia idóneas para el despliegue de servicios 5G en México.
“El objetivo principal consiste en dar a conocer a los participantes de los sectores de las telecomunicaciones y radiodifusión, a las personas y organizacionesinteresadas, así como al público en general, el proyecto de Bases de Licitación IFT-12 y, en su caso, recibir sus opiniones, consideraciones y propuestas”, detalla el calendario de consultas públicas del órgano regulador.
Ello, luego de que en marzo pasado concluyera un proceso de consulta pública previo para recabar información para el diseño del proyecto de bases y que ahora, las personas y empresas interesadas pueden conocer para realizar comentarios y opiniones, que podrían ser tomados en cuenta por el IFT.
En dicho proceso, empresas como AT&T fueron enfáticas al señalar que en tanto no cambien las circunstancias relacionadas con los altos costos del espectro radioeléctrico, la firma no estaría en condiciones de participar en una nueva licitación como la que planea realizar el IFT, ante lo cual garantizará la prestación de sus servicios y el despliegue de su red 5G con la bandas de frecuencia que ya posee.
En ese momento, la empresa que opera en el mercado mexicano desde hace casi ocho años, refirió que el propio IFT ha reconocido pública e insistentemente el alto costo del espectro radioeléctrico en México, en comparación con otros países, así como los efectos adversos que eso genera a la competencia y a la cobertura de servicios a la población.
“Las circunstancias no han cambiado y en esas condiciones no existe un caso de negocio que justifique sufragar costos adicionales y mayores a los de otros mercados, por lo que AT&T no estaría en condiciones de concurrir a una licitación en tanto no cambien las circunstancias y garantizará con el espectro que ahora tiene la prestación de sus servicios y el despliegue de su red 5G”.
Por su parte, la Canieti expuso que en 2022 la OCDE aseguró que México está lejos de las mejores prácticas internacionales en materia de precios del espectro y que ahora que el regulador planea una licitación para colocar en el mercado bandas de frecuencia óptimas para 5G, la industria de las telecomunicaciones coincide en que no hay condiciones.
“Se requiere previamente una reducción significativa en las cuotas anuales del pago de derechos por uso del espectro de todas las bandas, antes de que el IFT planee licitar espectro adicional”, explicó la cámara en el contexto de dicha consulta pública.
El organismo de máxima representación del sector electrónico, de telecomunicaciones y tecnologías de la información, recordó también que en el reporte “Developments In Spectrum Management For Communication Services”, la OCDE señala cómo el modelo híbrido mexicano genera desventajas importantes respecto a los mecanismos que usan el resto de los países miembros.
De entrada, genera incertidumbre e ineficiencia para asignar las frecuencias, por ejemplo, desincentiva la participación en subastas dejando frecuencias sin asignar como sucedió en las licitaciones de 2021 en las bandas de 800 MHz y 2.5GHz, con 38 bloques desiertos de 41 licitados, generando pérdidas tanto a los consumidores como al Estado.
Además de la postura de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en múltiples ocasiones la GSMA ha dado cuenta de un escenario en el que el costo del espectro en México, como porcentaje de los ingresos recurrentes de los operadores, duplica el promedio de América Latina.
El principal factor de encarecimiento del espectro radioeléctrico está dado por la evolución de los derechos anuales establecidos en la Ley Federal de Derechos, y es que mientras a nivel regional las tasas anuales representan en promedio 20 por ciento del costo total de este recurso esencial para la conectividad, en México alcanza el 85 por ciento.
Incluso, estudios elaborados por el IFT identifican que el cobro por el espectro resulta considerablemente alto en comparación con otros países, lo cual durante el periodo de 2005- 2020 ha contribuido a un efecto negativo en la inversión, inhibiendo las mismas a partir de cierto nivel de tarifas.
“Asimismo, la estructura tarifaria actual no solamente inhibe la inversión y afecta la competencia, sino que se traduce en un costo de oportunidad para tener precios más competitivos, ya que un mayor pago de derechos implica un mayor precio en los servicios ofrecidos afectando directamente a los consumidores”, dijo la Canieti.
Es sabido que el mercado de servicios móviles en México presenta una alta concentración que ha impactado negativamente la certidumbre y rentabilidad de las inversiones, minando la capacidad de los operadores de menor escala para competir en el mercado.
“La prevalencia de la figura de la preponderancia junto con la reconcentración del mercado móvil a favor del Agente Económico Preponderante en el sector Telecomunicaciones (AEPT), no hacen sino acrecentar estos problemas y fallas competitivas”.
Esto exige acciones por parte del regulador para la imposición y/o endurecimiento de medidas efectivas que permitan al resto de operadores competir en igualdad de condiciones, incluyendo las condiciones de asignación del espectro radioeléctrico.
“Sumado a que México es uno de los países con espectro más caro de la región, se compromete la sostenibilidad del mercado y refuerza aún más la posición del AEPT en detrimento de los operadores de menor escala, por lo que también es relevante que ese Instituto considere acciones específicas para atender los efectos asimétricos en la asignación y costos del espectro.
C$T-GM