Aunado a factores económicos, como el alza de las tasas de interés, la inflación y la expectativa de una posible recesión global, las tecnologías emergentes y disruptivas también están este año entre las preocupaciones más apremiantes para los líderes de empresas en México y Centroamérica, en un mundo que de acuerdo con expertos atraviesa una fragmentación sistémica.
“La mayor parte de las empresas coinciden en que una recesión causaría una disrupción aún más grande que la experimentada hasta ahora en su negocio, dificultando la recuperación tras la pandemia… En la región, 32 por ciento de los CEO consideran que antes de que termine 2023 se presentará una recesión; aunque 29 por ciento considera que será leve y de corta duración”.
El estudio «Panorama 2023. Cinco claves de cooperación en un mundo fragmentado», de KPMG destaca ante la necesidad de implementar acciones concretas como enfocarse en gastos estratégicos, explorar alternativas en cuanto a insumos y cadenas de valor, e incluso invertir en automatización y digitalización de procesos.
El documento señala que contar con capital humano que tenga las capacidades y el entrenamiento necesarios para hacer realidad la estrategia definida por el liderazgo de la empresa es uno de los facilitadores para aprovechar la innovación tecnológica e incrementar la agilidad de los modelos operativos, financieros y de negocio.
Sin embargo, ante los retos inherentes al hecho de garantizar que el personal mantenga su relevancia ante la Cuarta Revolución Industrial, los tomadores de decisiones en México y Centroamérica consideran que el surgimiento de tecnologías disruptivas es el riesgo más grande para el crecimiento de su organización en los siguientes tres años.
“En ese sentido, el factor que mayor impacto tendrá en el desempeño de las empresas en el mismo lapso giraría alrededor de la implementación satisfactoria de una estrategia de transformación digital, aunque lamentablemente ocho de cada 10 empresas planean o ya han pausado o reducido estos esfuerzos como medida precautoria ante la posible recesión de la economía global. Asimismo, una porción similar planea pausar
sus planes de transformación digital en respuesta a los desafíos geopolíticos que actualmente vivimos».
Víctor Esquivel, Socio Director General para KPMG en México y Centroamérica, destaca en el documento que avanzar en la digitalización y conectividad de todas las áreas funcionales debe considerarse como una prioridad operativa para alcanzar los objetivos de crecimiento en los próximos años.
De hecho, las empresas en México y Centroamérica tienen como primer objetivo estratégico diversificar sus fuentes de abastecimiento incorporando nuevos centros de producción para que las cadenas de valor sean más resilientes; la segunda estrategia más importante es la ubicación en territorio local de más proveedores para incrementar la resiliencia de la producción o la operación.
En ese sentido, en el texto incluye a la innovación tecnológica y resiliencia como una de las cinco claves para la toma decisiones para los meses venideros, pues las empresas requieren de una estrategia de inversión competitiva que les permita ser pioneras o por lo menos rápidas seguidoras en la carrera de la agilidad y la competitividad.
Al abordar el tema, se refiere al talento y los retos que implica, para satisfacer sus expectativas ante el surgimiento de nuevos esquemas laborales, y a la vez contar con capital humano que tenga las capacidades para hacer realidad la estrategia definida por la empresa es uno de los facilitadores para aprovechar la innovación tecnológica e incrementar la agilidad de los modelos operativos, financieros y de negocio.
Gestionar el ambiente disruptivo es otra de las claves, relacionada con la responsabilidad que tienen las organizaciones para concebir el desarrollo y la prosperidad de forma innovadora, considerando el potencial que tienen sus operaciones en cuanto al desarrollo de distintos grupos de interés.
Asimismo, la responsabilidad social y crecimiento, ante la necesidad de desvincular el consumo de energía del crecimiento económico, amplificando el alcance de las innovaciones tecnológicas y mejorando la equidad; y diálogo y cooperación en un mundo multipolar, para recuperar el ambiente de colaboración global que ha regido la economía durante más de tres décadas.
“En 2023 cinco son los factores clave sobre los que proponemos poner atención con el objetivo de contribuir a la reconstrucción de la confianza y la cooperación en un ambiente de negocios marcado por la confrontación geopolítica y los desafíos sociales de gran alcance”, puntualiza.
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