Se detona comercio autónomo y telemedicina.
Para millones de personas en el mundo, la conectividad ha sido un elemento imprescindible para lidiar con el confinamiento social derivado de la pandemia de COVID-19; sin embargo, quienes no tienen acceso a internet y a dispositivos móviles, viven una realidad marcada por la imposibilidad de acceder a la educación, informarse, comunicarse e incluso, gozar de entretenimiento.
De acuerdo con el Ericsson Mobility Report 2020, para 83 por ciento de los usuarios de teléfonos inteligentes encuestados en 11 países, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) los ayudaron a sobrellevar el confinamiento y enfrentar el nuevo contexto apoyándose en aplicaciones de educación en línea y de bienestar.
“Cuando se preguntó a las personas cómo las telecomunicaciones les ayudaron en el confinamiento, el porcentaje más alto se encontró en el acceso a educación para los hijos. Con esto nos damos cuenta que una de las grandes cosas que toca hacer es cerrar la brecha digital, definitivamente los más afectados por esta pandemia son las personas que no tienen acceso a internet”, sostuvo Catalina Irurita, VP de Marketing, Comunicación y Relaciones Institucionales de Ericsson para Latinoamérica y Caribe.

En opinión de la ejecutiva, el fenómeno de la brecha digital se está dimensionando en su justa medida durante la pandemia de COVID-19, pues impacta de manera directa en aspectos fundamentales para el desarrollo de las personas y los países como la educación y el trabajo.
“Nuestros gobiernos tienen que empezar a trabajar a futuro en cómo vamos a cerrar esta brecha digital para que nuestros niños y la población tenga acceso a internet en casos como el que vivimos pero también en cómo afecta en otras situaciones”.
El estudio muestra también las grandes tendencias de comportamiento de consumo que tomarán un impulso importante a partir de la pandemia y que detonan nuevos hábitos en las personas como el comercio autónomo, el trabajo más allá de la oficina, la telemedicina y la economía virtual.
Y es que para Catalina Irurita, uno de efectos que la pandemia deja en la sociedad es el claro entendimiento de que las telecomunicaciones son infraestructura crítica que permite dar continuidad a muchas actividades económicas y el largo camino que aún hay que recorrer.
“Siete de cada 10 personas dice que las redes son infraestructura crítica para esta pandemia y lo que pase en el futuro. Cerrar la brecha es imprescindible porque los principales afectados son las personas que no están comunicadas”.

“El comercio autónomo es otra gran tendencia. Pensemos que a principios del año pasado, cuando se quiso implementar en Estados Unidos las entregas por medio de drones, la gente no estaba de acuerdo, lo veía como una invasión a su espacio. Hoy se están usando, permiten un servicio rápido pero sobre todo no tener contacto”.
Otro cambio de comportamiento importante evidenciado en el Ericsson Mobility Report 2020 es el relacionado con el trabajo remoto, pues en sólo un par de meses quedó clara su eficiencia en términos de productividad, bienestar y satisfacción de los colaboradores.
La telemedicina y la telesalud son dos disciplinas que la pandemia ha impulsado de manera importante pues seis de cada 10 personas dicen estar dispuestas a tener consultas en línea para evitar ver a un médico físicamente para evitar riesgos de contagio al visitar clínicas y centros médicos.
“En la parte de economía virtual entran dos tecnologías como la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada que podrían dar la posibilidad de presentar, por ejemplo, a un niño una clase virtual en la que pueda ver cómo funciona un corazón. Dejaríamos de tener a un niño sentado frente a una pantalla leyendo un libro y darle una experiencia totalmente distinta”.
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