Mantener un régimen con alto costo del espectro radioeléctrico limita las posibilidades de desarrollo y adopción de servicios de última generación, por lo que el IFT propone reducir a un 30 por ciento de su referencia internacional los derechos de las bandas aptas para 5G que no han sido asignadas, es decir, la de 600 MHz y la llamada Banda L.
Esta recomendación forma parte del paquete de seis propuestas de modificaciones a la Ley Federal de Derechos (LFD) para el ejercicio 2023, que en junio pasado entregó el órgano regulador a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y de las cuales sólo una se incorporó en el anteproyecto entregado al Congreso de la Unión.
En septiembre pasado, Alejandro Navarrete, titular de la Unidad de Espectro Radioeléctrico explicó a ConsumoTIC que debido a que la Banda L y la de 6OO MHz no se han licitado ni asignado, en la actualidad no pagan derechos por su uso y explotación.
“El Estado no recibe ingresos por bandas que no se han licitado y por lo tanto, si las baja no hay una merma en los ingresos fiscales porque no se han licitado, pero esto lamentablemente tampoco pudimos lograr que tuviera eco en esta propuesta y no transitó en lo que vimos que la Secretaría de Hacienda envió al Congreso”.
El pasado 28 de septiembre, el Pleno del IFT autorizó el documento “Propuestas del Instituto Federal de Telecomunicaciones enviadas a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para atender la problemática de los elevados costos del espectro radioeléctrico en México para los servicios de telefonía e internet móviles”.
En dicho escrito, el regulador explica que la Banda L y de 600 MHz presentan una oportunidad para establecer niveles de derechos que no impidan su asignación y permitan evitar posibles valuaciones por arriba de las referencias internacionales y de esta manera fomentar la adopción de nuevas tecnologías, así como la cobertura y calidad de los servicios móviles de telefonía y de acceso a Internet.
Y es que mantener un régimen con alto costo del espectro en México, respecto al contexto internacional tiene impactos negativos para la conectividad, para la competitividad del país, para el bienestar de la población, desincentiva las inversiones, así como la participación en futuros procesos licitatorios.
Aún más riesgoso, es que un escenario de precios altos en este insumo básico para el sector, podría propiciar concentración en el mercado, incrementando la posición asimétrica del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT) y limita las posibilidades de que en México se ofrezcan servicios de última generación (5G).
“Como ya se mencionó, la mayor parte del costo del espectro de las bandas de frecuencias asignadas en México se concentra en el pago de derechos. Esta situación crea una inflexibilidad sustancial para que competidores de menor tamaño (distintos al AEPT) puedan ajustar sus costos”.
Ello, debido a que, mientras el AEPT paga el 4.4 por ciento de sus ingresos anuales por el uso del espectro, su principal competidor paga 13.6 por ciento, lo cual ha creado una desventaja en costos sustancial respecto al agente preponderante.
“Por lo tanto, se han afectado los incentivos de los competidores del AEPT para adquirir o mantener espectro, así como la capacidad para competir”.
Asimismo, refirió el regulador, un espectro caro no garantiza que el Estado reciba mayores ingresos por concepto de derechos derivado de la falta de interés en nuevas licitaciones de espectro y la posible devolución de mayores cantidades de este recurso por parte de los operadores.
“En México actualmente se encuentran asignados 475.91 MHz para prestar servicios IMT, los cuales presentan una sobrevaluación del 62.2 por ciento respecto del benchmark. Esta sobrevaluación se presenta principalmente en las bandas AWS, PCS, 2.5 GHz y 3.5 GHz”.
Es importante subrayar que las cuotas establecidas en la LFD son el principal factor del alto costo del espectro radioeléctrico, ya que llegan a superar el 90 por ciento del valor de las bandas de frecuencias para implementar sistemas IMT, desplazando a las licitaciones públicas como el instrumento definido en la Constitución para la asignación de espectro.
“Únicamente tomando en cuenta los derechos, las bandas de frecuencias asignadas son 39 por ciento más costosas que la valuación del mismo espectro utilizando las referencias internacionales”.
De hecho, las únicas bandas que se encuentran tasadas por debajo del nivel del benchmark son las de 800 MHz y 850 MHz; sin embargo, en 2020 la SHCP propuso un aumento de más del 50 por ciento de las cuotas aplicables a dichas bandas de frecuencias, sin presentar una propuesta de disminución para las bandas sobrevaluadas que representan el 90.5 por ciento del espectro asignado (430.69 MHz de los 475.91 MHz asignados).
Aunque esa propuesta de aumento no prosperó en la Cámara de Senadores, sí se tuvo un aumento de alrededor del 3.5 por ciento adicional, considerando el factor inflacionario de 2020.
En el documento, el IFT recuerda que a partir de 2013 casi se triplicó la cantidad asignada de espectro radioeléctrico para servicios móviles, mientras que las tarifas de estos servicios se redujeron en 43.9 por ciento.
Sin embargo, las cuotas por uso del espectro ya asignado establecidas en la LFD, en la mayoría de las bandas, no han sido revisadas en los últimos 20 años por lo que su fijación no corresponde a las circunstancias tecnológicas, de mercado y competencia actuales en México.
C$T-GM