El repunte en la contratación de servicios fijos de telecomunicaciones es el fenómeno que este 2022 dará la vuelta al panorama observado en los últimos años, en donde ha destacado el crecimiento constante de las líneas de telefonía móvil, con la creciente adopción de smartphones, servicios empaquetados con canastas de minutos y la llegada de nuevos competidores en el segmento de los Operadores Móviles Virtuales (OMV).
Las líneas de telefonía fija podrían superar 27 millones en diciembre de este año, en el mejor de los escenarios, de acuerdo con los Pronósticos de Servicios de Telecomunicaciones, realizado por la Coordinación General de Planeación Estratégica del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), basado en un modelo de aprendizaje automático que utiliza datos históricos desde junio del 2013.
La adopción de los servicios fijos se ha reforzado a partir de la pandemia, ya que las conexiones fijas han permitido a las personas continuar con sus actividades diarias, ya sea a través del teletrabajo, la educación remota, así como para servicios de telemedicina, e-commerce y entretenimiento vía streaming.
“Los servicios fijos se han convertido en una red universal de servicios integrados, esto debido al incremento en el número de usuarios que han contratado y optado por adquirirlos de manera empaquetada, principalmente mediante la modalidad de doble play”, explicó Jorge Ponce, director de Prospectiva del IFT.
De acuerdo con la serie histórica de las líneas del servicio fijo de telefonía, su dinámica repunta a partir del 2019, lo cual podría atribuirse al empaquetamiento con otros servicios de telecomunicaciones, ello tomando en cuenta que el pronóstico presenta una relación estadística positiva con el número de accesos del servicio fijo de acceso a Internet.
Considerando el mes de diciembre de cada año, la demanda de líneas fijas permaneció practicamente estancada, pues lo registros de 2013 señalan solo 19.3 millones, un año más tarde (2014) un ligero crecimiento a 19.4 millones; 19.6 millones en 2015; 20 millones en 2016, cifra que se repitió para el 2017.
A partir del 2018 el crecimiento fue más marcado, pues se alcanzaron 21 millones, y para 2019 subir a 22 millones; con la pandemia, en el 2020, las líneas llegaron a 23.9 millones y mantuvieron ese ritmo en el 2021, cuando se reportaron 24.9 millones. Para el cierre del presente año el IFT estima que habrá 25.7, aunque con un intervalo de confianza que eleva la cifra hasta 27.7 millones de unidades en operación.
Es decir, para diciembre de 2022, se podrían adicionar conservadoramente 832 mil 365 de líneas, lo que significaría una tasa de crecimiento anual 3.3 por ciento.

El documento del IFT subraya que en el mes de marzo de 2020, cuando iniciaron las medidas de confinamiento más severas en México, se registró el incrementó más pronunciado del volumen de datos cursados por las redes fijas y móviles con una clara propensión al uso de redes fijas
En este sentido, el servicio fijo de Internet es uno de los servicios que podría experimentar la mayor tasa crecimiento en 2022, al alcanzar 27.3 millones (con un intervalo de confianza que estima 28.8 millones), con 2.6 millones de accesos adicionales y una tasa de crecimiento de 10.9 por ciento respecto al 2021.
A diciembre del 2020, el número de accesos del servicio fijo de Internet fue de 21.9 millones, cifra que se espera que ascienda a 24.6 en 2021, con 2.7 millones de accesos adicionales que representan una tasa de crecimiento de 12.6 por ciento.
“Algunas de las razones identificadas son la tendencia en el consumo de datos y servicios OTT, así como las características técnicas de la banda ancha fija, que en comparación con las tecnologías móviles alcanza conexiones de mayor velocidad y estabilidad, razón por la cual se utilizan para transportes de datos que requieren alto desempeño”.

En términos generales el reporte del IFT destaca que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), ha señalado que el despliegue de infraestructura, la ampliación del acceso y la provisión de contenidos y servicios incrementaron sustancialmente su dinámica, “progresando más rápido en un mes que en un año antes de la pandemia”.
La fase crítica del confinamiento sanitario también resaltó el papel fundamental de las telecomunicaciones para mantener conectadas y operando a las empresas, los gobiernos y las sociedades, aunque también hay datos como los del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que hablan que pese al aumento de redes de banda ancha en la región de América Latina y el Caribe, hay pocas actividades que pueden realizarse remotamente por ausencia de conectividad de un número significativo de personas o por la dificultad de muchos usuarios para acelerar su transformación digital.
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