La operación del IFT superó su papel como regulador en el mercado doméstico, para trascender con notable desempeño en el ámbito exterior, no sólo al participar en foros internacionales, sino ocupando sitios relevantes en organizaciones reguladoras multilaterales, además de formar a lo largo de una década un capital humano sumamente especializado, temas que están en riesgo de quedar en el limbo tras la extinción de este órgano regulador.
El desafío para la presente administración es escuchar a los expertos en el área de las telecomunicaciones y que se haga del apoyo de la gente más especializada, en lugar de convertir el desarrollo del sector en un tema “político”, pues en el país se tienen varios ejemplos del daño que se ha causado al ignorar a las voces expertas de esta industria, aseguró Verónica Rojas Mendizabal, Directora del Centro de Excelencia en Innovación y Diseño de CETYS Universidad.
En entrevista con ConsumoTIC explicó que la autonomía del IFT que tuvo como regulador fue de mucha ayuda, reconocida incluso en el mercado exterior, pues el expertis que mostró el personal adscrito a la Coordinación General de Asuntos Internacionales en grupos de trabajo en materias como la satelital y en otras áreas de las telecomunicaciones ha sido notable, encuentros que por ahora se desconoce si tendrán continuidad.
El desempeño del órgano regulador en iniciativas convocadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la CITEL (importante regulador en la región de las Américas) fue siempre evidente, aunque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes era el enlace, pues el recurso humano del IFT es quien demostró el conocimiento y dominio para defender con bastante éxito las posturas de México, con un nivel suficiente para debatir con sus pares de Estados Unidos o Canadá.
“Mi experiencia en muchos de esos encuentros era no sólo que participaban, sino lideraban muchas acciones”; de cara a la extinción del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se ignora cuál será el paradero de todo ese capital humano que se formó a lo largo de toda una década de trabajo y sin duda a cargo del erario.
“Me preocuparía si mantendrán la Coordinación General de Asuntos Internacionales luego de la extinción del IFT, y si mantendrán a estos expertos que sostuvieron todas las discusiones de estudios donde están académicos, representantes de la industria y que recolectan información para luego discutir en foros mundiales y a nivel regional, me preocupa si habrá quién comunique y defienda los intereses de México ante el mercado global, sino se hace, vamos a perder bastante”.
Se trata de un tema poco visible para la gran mayoría en el país, pero atrás hay mucho trabajo, pues existe una tarea relevante que hicieron al participar, organizar diversas reuniones con diferentes grupos de estudio, escuchar a todos los expertos y conformar escritos donde se destaque y manifieste los intereses y posturas del país ante las instancias internacionales en materia de regulación y diversas áreas de las telecomunicaciones.
Las iniciativas que se han tomado en aras de “ahorrar dinero”, han resultado adversas, por ello es indispensable ver que las instituciones y de capital humano que hoy están sujetos a una extinción y a procesos de reorganización, son parte de la gran inversión que México necesita, no sólo para el crecimiento de una industria, sino para abrir la posibilidad de lograr un mejoramiento económico, productivo y más competitivo en el país.
La presente administración tiene el gran reto de asumir acciones o retomar algunos objetivos que generen la posibilidad de tener realmente un “México Conectado”, para asegurar un país eficazmente comunicado, más incluyente, mediante políticas públicas que impulsen las telecomunicaciones y al mismo tiempo obliguen a los operadores a brindar un servicio de calidad, considerando la experiencia que dejó la pandemia cuando las frecuentes desconexiones dañaron mucho las actividades de la población.
Aunque indicó que ignora el detalle de la reestructura que se llevará a cabo en el ámbito de las telecomunicaciones y de quienes tomarán esa batuta, “veo difícil que se cumplan en tiempo y forma todas las mejores prácticas que realizaba” la Coordinación General de Asuntos Internacionales del IFT, con la importante reducción de personal que planea ejecutar la nueva administración.
Concluyó tras recordar la necesidad que se tuvo en el país de crear toda una regulación específica para los nacientes “nanosatélites”, donde nuevamente la experiencia y formación del personal del IFT fue evidente, así como la apertura y disposición que mostraron para incluir las opiniones y el conocimiento de los investigadores y académicos “que participamos”.
C$T-EVP