Así como en la sociedad se observan brechas digitales, también las hay entre gobiernos locales y municipales, algunos de los cuales, ni siquiera tienen computadoras o conectividad. Para resolver esta situación, el primer paso es colocar “piso parejo”, de donde todos puedan partir, e involucrar en el proceso de digitalización tanto al Estado, a la industria, como a la academia y otros sectores.
Netzer Díaz, director del Comité de Informática de la Administración Pública Estatal y Municipal (CIAPEM), sostuvo que en los 2 mil 478 municipios del país, hay condiciones totalmente heterogéneas no solo desde el punto de vista tecnológico, sino incluso en materia de normatividad.
En este escenario, es claro que se debe partir de conocer la normatividad vigente “y entender que este camino es un esfuerzo que no se puede hacer solamente desde el ámbito público; tenemos que construir y tenemos que crear la colaboración o la coordinación con todos los sectores”.
Es así que se debe tomar en cuenta que, además de la diferencia que hay en materia de digitalización entre municipios y estados, hay diferentes vocaciones por región y por lo tanto, para encontrar los elementos comunes a todo el país, lo importante es “colocar a la población en el centro de las acciones y, por supuesto, generar políticas públicas transversales en educación, desarrollo económico, salud, seguridad, movilidad y que podamos construir a partir de una línea base general”.
Entrevistado en el contexto del Foro Nacional de Ciberseguridad convocado por la Alianza México Ciberseguro, Netzer Díaz habló de la necesidad de actualizar la normatividad en los tres niveles de gobierno, para que esta sea una realidad aplicable.
“Hay gobiernos locales que están trabajando con normatividad de hace 25 o 30 años y queriendo regular un entorno social con esas normas, pues queda esa deuda con la población que exige más”.
También es importante asegurarse de que todos (incluyendo los gobiernos estatales o municipales), compartan los mismos conceptos básicos, como primer elemento para iniciar un eficiente proceso de digitalización, ahí donde no ha iniciado o de darle continuidad por el camino correcto, en casos donde ya se realizan algunos esfuerzos.
Sin embargo, recomendó no estar tan atentos en aquellos estados que han logrado mayores avances que otros en su transformación digital, “porque si nosotros seguimos viendo hacia los mejores, hacia los que traen avance, se van a quedar más rezagados muchos de los gobiernos que tienen la necesidad de entregar mejores trámites de servicio a la población y mejorar el entorno de cada una de las personas que viven en su municipio, en su región”.
Lo importante es generar el bienestar digital no sólo para los ciudadanos considerados a partir de los 18 años de edad, sino ampliar estos beneficios a todos los habitantes de las localidades, que incluyen niños, niñas y adolescentes, altamente expuestos a riesgos de ciberseguridad.
Para lograr el bienestar digital, hacen falta políticas públicas digitales, entendiendo que los sistemas de información y las computadoras, son el último elemento. “Primero tenemos que analizar qué estamos haciendo, cómo lo hacemos y bajo qué normatividad, para ver si realmente podemos avanzar en temas digitales”.
Antes de eso, es necesario estar seguros de que se cuenta con lo básico: la conectividad, los equipos tecnológicos y la alfabetización digital de quienes los van a operar, sin perder de vista que la tecnología debe ser incluyente y nunca excluyente.
Es decir, se debe ofrecer al ciudadano la posibilidad de que haga el trámite en línea, pero también en persona, porque por ejemplo los adultos mayores, cuando se les digitaliza el pago del impuesto predial, tienden a no adoptarlo, no necesariamente porque carezcan de las habilidades digitales para hacerlo –como generalmente argumentan—sino porque esta fórmula no responde a sus expectativas.
Probablemente el adulto mayor quiera ir a formarse y pagar en la caja para seguir sintiéndose útil, para socializar con las personas que encuentra y para tener alguna actividad distinta a permanecer en su casa.
En ese sentido, la digitalización sirve para que el trámite que realiza esta persona en la caja, se procese internamente en el gobierno local de una manera eficiente y más rápida, dado que otras muchas personas (incluso el propio adulto mayor bajo ciertas circunstancias) preferirán la ventanilla electrónica.
Con todos estos elementos, los gobiernos locales, ya sea estatales o municipales, deben definir hacia dónde quieren ir y con base en cuál normatividad, para partir de ese “piso parejo” que implica el mínimo de condiciones de digitalización, sin necesariamente compararse con los estados que salen mejor evaluados en los “rankings” que circulan a nivel nacional.
C$T-GM