Más allá de la organización final que establezca el Congreso de la Unión para los sectores de las telecomunicaciones y la radiodifusión, lo principal es que la toma de decisiones recaiga sobre personas con experiencia que asuman con criterios técnicos y basados en datos, idealmente reunidos en un órgano colegiado, que incluso no forme parte de la estructura del Estado, sino que sesione únicamente cuando se presenten situaciones importantes, como ocurre en otros países.
En todo caso, lo relevante es que prevalezca el criterio de las tres “A”: Acceso, Asequibilidad y Adopción, donde las regulaciones se centren en el bienestar de las personas, el mayor desarrollo económico, la protección de los usuarios, el fomento a la inversión y el crecimiento en la cobertura de las redes, consideró Salma Jalife, presidenta de Centro México Digital.
“Creemos que es importante mantener la idea de que el gobierno solo, no es el único actor en el desarrollo de una política pública y una regulación; porque todos: la industria, academia, sociedad y los tres órdenes de gobierno, debemos colaborar y diseñar conjuntamente ese futuro que queremos para todos. Esperemos que el gobierno se mantenga abierto, tal como ya lo ha sido al manifestar interés de escuchar a otros sectores y seguro se construirá algo mejor”, aseguró en entrevista con ConsumoTIC.
Reconoció que por ahora “le faltan piezas al rompecabezas”, de qué esquema pretende adoptar el Estado Mexicano, al crear, por un lado, un organismo descentralizado en materia de competencia económica y, por otro, enviar las facultades de regulación del sector de Telecomunicaciones y Radiodifusión a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT).
Por esa misma razón, “nos reservamos a que nos den más luz sobre estos proyectos, para dar opiniones más completas de lo que se puede o no implementar”, pero en todo caso, el esquema de las tres A, que la especialista expuso en Alemania en el evento Digital Compact, es una buena guía para la toma de decisiones, sin perder de vista que las decisiones suelen ser más certeras cuando las toma un cuerpo colegiado, en lugar de una sola persona.
Recordó que México ya contó en el pasado con diversas estructuras para regular las telecomunicaciones y la radiodifusión, y por lo tanto, para decidir qué estructura se utilizará ahora, se pueden ver los beneficios de los diversos sistemas: un órgano desconcentrado, como fue la Cofetel, una Secretaría como ocurrió en la de Comunicaciones y Transportes, o un órgano autónomo como fue el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
En todo caso, lo importante es que las decisiones cuenten con el consenso de un órgano donde no sólo haya especialistas técnicos de telecomunicaciones y radiodifusión, sino también abogados, especialistas en competencia, y otras ramas que complementen el esquema para lograr los mejores beneficios para México.
Al reiterar la disposición el Centro México Digital para colaborar en todo lo posible con el Congreso y con el Estado mexicano para contribuir a la discusión con su experiencia e información recabada en años de trabajo, Salma Jalife recordó que el acceso a los dispositivos y las redes es fundamental para ayudar a las personas en su día a día; pero igualmente importante es la asequibilidad, es decir, que la gente pueda pagar por el servicio y finalmente, la adopción, porque “mucha gente no quiere adoptar la tecnología porque tiene miedo o no está preparada para hacerlo y hay que hacer mucha labor, aunque también se vale decir que no y tiene que haber opciones”.
“Aún le faltan piezas al rompecabezas”, señaló, porque por ejemplo, la actual Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión tiene varias reglamentaciones supletorias que se deben de aplicar en aspectos como privacidad de datos, especificaciones en la competencia (por ejemplo la preponderancia en los mercados móviles) y otras, y estos temas los deberán contemplar las nuevas leyes secundarias.
Uno de los aspectos que advirtió, es que a la radiodifusión no se le ha prestado tanta atención y “no es algo menor”. En ese mercado también hay mucho qué regular, requiere conocimiento técnico especializado y presenta condiciones de concentración que se deben de atender desde el ámbito de la competencia económica.
Y además, se habla de la ATDT, pero también de una Agencia de Inteligencia Artificial y otra de Ciberseguridad y los planes que hasta ahora ha mostrado José Peña Merino, lucen muy estructurados en lo que se conoce como Infraestructura Pública Digital (DPI, por sus siglas en inglés), pero tal vez falta desarrollar más el tema de políticas públicas en telecomunicaciones y radiodifusión y no se sabe bien dónde entrarían las otras agencias de las que se habla.
En su oportunidad Alberto Farca, cofundador y director de proyectos del propio Centro México Digital, reiteró la disposición al diálogo tanto con el Congreso como con el gobierno y advirtió que en este momento, “tenemos una oportunidad donde creemos que nuestros principios pueden estar en estas nuevas leyes y regulación”.
Creemos que “la tecnología debe ser neutral y tenemos la oportunidad de dejarlo claro en las leyes secundarias que se crearán en el futuro próximo para la regulación del sector y éstas deben fomentar la sana competencia entre operadores y empresas, donde haya interoperabilidad y se promueva la innovación. Nosotros estaremos felices de poder colaborar con legisladores y los gobiernos federal y estatales para lograrlo”.
Recordó que más allá de la división que se establezca en materia de competencia en telecomunicaciones, una de las cosas que habría que revisar es la regulación asimétrica para la preponderancia en el mercado móvil, pues México es el único país donde se presenta una situación de este tipo.
“Este es un momento interesante para hacer esa división y más allá de la figura jurídica que se establezca para regular la competencia en el sector, lo importante es que mejoren las condiciones del mercado, a favor de los mexicanos y de la sana competencia”.
C$T-GM