Adopción de banda ancha incide en crecimiento del PIB.
Impulsar la promoción de inversión para el despliegue de nuevas tecnologías, acceso y tendencias de adopción, con beneficio particular hacia los sectores más vulnerables de la población, resulta imprescindible, pues el riesgo de permitir que la brecha crezca entre los que tienen acceso digital y los que no lo tienen, tendría costos más elevados y efectos negativos que superarían las ganancias que pudieran lograrse por avances técnicos.
En su más reciente publicación, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) detalla cómo la investigación, habilitación y despliegue de cada una de las tecnologías que han surgido en la industria de las telecomunicaciones (2G, 3G, 4G) han exigido cuantiosas inversiones, en su mayoría (80 por ciento) por la iniciativa privada que desde fines de la década de 1990 hasta 2017, inyectaron flujos de capital equivalentes a 0.15 por ciento del PIB mundial.
«Mientras que en los países desarrollados la capacidad de las empresas para acceder a los mercados financieros para financiar tales expansiones es bien conocida, en los países de América Latina la fuente de fondos para financiar la progresión tecnológica de esta industria queda por explorar», destaca el estudio del organismo financiero.
La publicación destaca cómo las telecomunicaciones y específicamente la disponibilidad de banda ancha, genera oferta laboral y oportunidades comerciales, incidiendo también en el aumento de la productividad de las empresas, al tiempo que conectan a las personas, a las regiones y a los mercados de manera muy dinámica e «inimaginable», además del potencial que tiene de aumentar las oportunidades para las poblaciones más vulnerables.
«La disponibilidad de banda ancha agregó 1.0-1.8 por ciento a la tasa de crecimiento del empleo local y 0.5-1.2 por ciento a la tasa de crecimiento del número de establecimientos comerciales (de acuerdo con el estudio de Gillet et al., 2006) y estos efectos son mayores en áreas rurales y aisladas (añadió Atasoy, 2013)». El creciente uso de servicios de banda ancha también está asociado con una mayor nómina (Van Gaasbeck, 2008).
El documento del BID Invest señala que con la adopción de la banda ancha, la productividad de las empresas aumenta de 7.0 a 10 por ciento, efectos que son consistentes en zonas urbanas y rurales en sectores intensivos de alto contra bajo conocimiento (Grimes et al., 2012), aunque como condición para ello es necesario que exista un entorno adecuado, además que el efecto de crecimiento no es instantáneo, toma una curva de maduración.
Adicionalmente, se indica que la remuneración de las Tecnologías de la Información (TI) generalmente resulta más pronunciada a largo plazo (Devaraj y Kohli 2003, Brynjolfsson y Hitt 2003, Tambe y Hitt 2012), lo cual explica por qué el impacto en las empresas no suele tener efectos inmediatos, sino que deben realizar una transición de sus procesos comerciales, además que es necesario ejercer inversiones complementarias (Brynjolfsson y otros 2002, Brynjolfsson y Hitt 2003).
Los efectos, se detalla, pueden ser mejores y más inmediatos en las empresas más grandes, al estar mejor equipadas para aprovechar al máximo los servicios de banda ancha, en tanto que las Pymes obtienen un beneficio de la adopción de aplicaciones de banda ancha en función de factores complementarios.
De igual forma el BID señala que la adopción de banda ancha tiene un impacto positivo en el crecimiento económico, pues un aumento de 10 puntos porcentuales en la penetración de banda ancha, puede aumentar el crecimiento anual per cápita en 0.3 a 1.5 puntos porcentuales (Czernich et al., 2011).
C$T-EVP