Proceso más expedito y efectivo.
A una década de estar vigente la portabilidad numérica en México, este ejercicio que se antojó sería en forma «masiva», sólo contabiliza 70 millones de números portados, de los cuales 54 por ciento se han realizado en los últimos tres años; resultado de la obligada curva de aprendizaje y que fue hasta 2015 cuando se habilitaron reglas que permitieron hacerlo mucho más rápido y eficiente.
«Al inicio de la portabilidad, hubo quien pensó que habría tasas de portabilidad muy elevadas, lo cual no sucedió y no ha sucedido masivamente; hay 70 millones de portaciones pero es comprensible en un mercado que tiene un porcentaje muy elevado de usuarios de prepago», explicó Ernesto Piedras Feria, director general de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
El usuario de prepago es más libre en sus decisiones, tiene mayor movilidad y su tasa de desconexión suele ser más elevada, representan una válvula liberadora de presión, se trata en su mayoría de jóvenes que no tienen ningún atavismo a su número, contrario a un usuario de postpago que está más apegado y que tiene un contrato de por medio.
En la experiencia reciente, la portabilidad numérica se ejerce con mayor recurrencia pues en los últimos trimestres se ha elevado, pues el usuario ha tomado al conciencia de que tiene derecho a ser propietario de su número telefónico, pero su tasa de crecimiento al mismo tiempo es frenada porque a diferencia de lo que sucedió en 2008, el segmento de postpago creció y ya representa el 18 por ciento.
Cuando inició la portabilidad numérica en México, el pastel del mercado era absolutamente diferente, solo 6.0 por ciento correspondía al esquema de postpago y un abrumador 94 por ciento se trataba de usuarios de prepago, lo cual ha cambiado en el tiempo y va tomando más sentido la permanencia con un operador.
Respecto al mercado de la telefonía fija, «todos éramos Telmex», y cuando se da la portabilidad numérica en los primeros meses de 2008, más del 50 por ciento por enojo a malos servicios y deficiente calidad, fue a probar con nacientes operadores como Axtel y Alestra, pero luego de esa exploración regresaron al operador de origen.
«La emoción de probar otro operador fue grande, pero de repente, se dieron cuenta de que no eran o que eran pocos usuarios de larga distancia y que no había necesidad de pagar un recibo adicional y por ello regresaban con Telmex, además que este operador reaccionó y empezó a ofrecer mejores tarifas por lo que dejó de ser tan atractivo el cambio».
En la telefonía móvil tampoco se ha dado la portabilidad numérica en forma masiva, porque una vez canceladas prácticas como el efecto «club» y que el preponderante dejó de ser el único que ofrecía amplia cobertura, se empezó a generar más competencia por retener a los clientes a través de una mayor y mejor oferta en precio y planes.
El hecho de que no se esté ejerciendo el derecho a la portabilidad en forma masiva, «no le llamaría un fracaso», porque esto es resultado de que el proceso luego de ser un trámite complicado y engorroso y que nadie se atrevía a quedarse sin servicio, hoy se acortaron los tiempos para hacerlo efectivo en 24 horas y en ningún caso, migrar a otro operador implica para el usuario quedarse sin servicio.
Desde que se constituyó la portabilidad en 2008 se han cambiado de operador alrededor de 70 millones de líneas, pero lo que llama la atención es que más de la mitad de las portaciones, alrededor de 54 por ciento, ha tenido lugar en los últimos tres años, derivado de una curva de aprendizaje y de haber eficientado los mecanismos para hacerla más efectiva y expedita.
Piedras Feria, hacia el futuro inmediato no anticipó «grandes brincos» en la portabilidad numérica, pues los usuarios van ganando madurez y estabilidad y buscan al operador que más se ajusta a sus necesidades así como el empaquetamiento de servicios (tv de paga, telefonía e internet) que es cada vez más una decisión de familia que individual.
«Se trata de un derecho bien ejercido aunque falta hacerlo más profundo, además los operadores se han puesto las pilas y brindan más y mejores beneficios pues perder un cliente les resulta más caro que tener uno nuevo y recibir al que ya tenían, representa la posibilidad de perderlo a la menor provocación».
C$T-EVP