El intercambio de datos con la tecnología 5G será masivo, pues se conectarán personas y máquinas, se podrán operar sistemas de transporte, dará un gran impulso a la Industria 4.0 y a las ciudades inteligentes, y de acuerdo con un reciente estudio, junto con la computación distribuida configurará el tejido de las redes futuras.
“La computación en la nube distribuida podría ser una piedra angular para el avance de la tecnología 5G en el mundo del trabajo de la nueva era. El tamaño y el alcance de una red 5G crea complejidades junto con nuevas demandas tecnológicas”, expuso Chris Pearson, Presidente de 5G Américas al referirse al estudio “Distributed Compute and Communications in 5G”.
La integración de nueva infraestructura, hardware y aplicaciones, al tiempo que se procesa la gran cantidad de petabytes de datos generados, agregó, deben atenderse a lo ancho de decenas de miles de nodos de computación, todo dentro de la infraestructura de un mismo operador.
El tejido de computación y comunicaciones distribuidas (DCC-Fabric, por sus siglas en inglés) es como se haría frente a las necesidades previstas de la tecnología de quinta generación y las futuras redes celulares inalámbricas, con un enfoque en el que se pueda aprovechar la tecnología existente y las innovaciones de última generación.
“El sistema debe ser flexible y adaptable para proporcionar una computación localizada eficiente y distribuida para una utilización óptima de los recursos, el consumo de energía y el rendimiento, es decir, los recursos de computación y conectividad deben estar disponibles en diferentes lugares de la red en función de las necesidades del usuario, las capacidades de los dispositivos y los requisitos del servicio. Esto puede hacerse realidad a través de un tejido de nube y comunicaciones distribuido”.
El estudio “Distributed Compute and Communications in 5G”, desarrollado por un grupo de trabajo técnico de 5G Americas co-liderado por expertos en el tema de VMware e Intel, señala que la complejidad que presentan los sistemas distribuidos y las plataformas informáticas multicloud y cross-cloud, dan lugar a varios retos.
Entre ellos, uno relacionado con el cumplimiento normativo, pues las aplicaciones en la nube están sujetas a regulaciones de múltiples jurisdicciones, basadas en la ubicación geográfica de la organización que ejecuta la aplicación, y existen leyes de soberanía de datos que imponen restricciones a la exportación de datos.
La seguridad es otro desafío, porque una violación puede comprometer la privacidad de los usuarios y dar lugar a publicidad negativa, multas reglamentarias y acciones legales, o también puede conducir a la pérdida de la propiedad intelectual. En este sentido, considera que los contratos deben identificar claramente las responsabilidades de seguridad de cada una de las partes implicadas y contar con sistemas que verifiquen automáticamente las prácticas de seguridad y sean capaces de operar en diferentes nubes.
El mercado abierto, refiere, provoca la confusión del consumidor, por lo que otro de los desafíos será contar con mejores estándares de la industria, facilitando a los clientes la comparación de precios y la optimización continua de la eficiencia y el rendimiento. Ante ello, una posible forma de abordar este problema sería la estandarización y la divulgación clara de los términos y condiciones, junto con la posible verificación automática del cumplimiento de los acuerdos de nivel de servicio.
Además de profundizar en las necesidades sociales y económicas y en las oportunidades que estas tecnologías satisfacen, el análisis también aborda en detalle los impactos del Tejido DCC sobre las aplicaciones emergentes en Realidad Mixta y Extendida, el Metaverso, la fábrica del futuro, Industria 4.0, vida asistida y vehículos conectados.
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