Más allá del diseño institucional que se decida para los sectores de las telecomunicaciones y radiodifusión, lo importante es cuidar la seguridad en la “carretera de la información”; mantener la especialización técnica, la existencia de un órgano colegiado que garantice aspectos técnicos, económicos, jurídicos y que tome decisiones ponderadas respecto al espectro radioeléctrico, normalización, estándares y competencia económica, coincidieron especialistas.
“Cuestiones políticas al margen, creo que tiene que haber una regulación que dé al inversionista y al sector privado la certeza de que el camino es seguro, independientemente de que sea centralizado o descentralizado, (porque) el pastel se puede cocinar de muchas maneras”, sostuvo Pablo Gómez, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de la Información (AMITI).
Entrevistado luego de la presentación del “Mapa de Ruta de la IA”, el directivo aseguró que más allá del diseño institucional por el que se opte, una vez que se concrete la extinción de los órganos autónomos (entre ellos el Instituto Federal de Telecomunicaciones), “lo importante es no perder de vista el objetivo, que es la “seguridad vial”, en la supercarretera de la información.
En su oportunidad y entrevistada en el mismo contexto, Salma Jalife, presidenta del Centro México Digital, llamó a reconocer qué cuestiones positivas ha tenido la generación de órganos autónomos y no sólo el IFT, y, sobre todo, “si hay una necesidad o una decisión de cambio de manera organizativa, lo que no se debe perder de ninguna manera es todas las funciones importantes que se llevaban a cabo y los efectos o el impacto que tuvo esa organización autónoma”.
Esto es, que si se va a cambiar la estructura, no necesariamente se deben perder esas funciones, ni los avances que se han tenido en cuanto a agilización de trámites, las medidas que se han tomado para reducir costos en el sector, y todos estos elementos que hacen relevante una organización autónoma como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
En su calidad de ex comisionada de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y ex subsecretaria de Telecomunicaciones, Jalife destacó la necesidad de mantener la especialización técnica.
“Este aspecto es muy importante, porque ya la teníamos con la Comisión Federal de Telecomunicaciones, un órgano colegiado es muy relevante en este tipo de estructuras no sólo se ve desde el punto de vista técnico, sino desde el punto de vista económico y jurídico”.
Recordó que recientemente en la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum se presentó el planteamiento de lo que será la Agencia de Transformación Digital, entidad que absorberá las facultades del IFT no sólo en el tema de telecomunicaciones, sino también de radiodifusión.
En ese sentido, recomendó crear una estructura similar a la que ahora existe en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, y consideró que la experiencia previa que se tuvo con la Agencia de Transformación Digital de la Ciudad de México, puede ser aprovechada con sus aciertos y aprendizajes.
“Esta nueva agencia va a tener oportunidades muy importantes, en un desarrollo nacional de toda esta armonización, de cómo se compra, de cómo se hacen los trámites, de cómo se simplifican los procesos administrativos del gobierno federal, y todo lo que conlleva un gobierno digital”.
Si bien en caso de que distintas funciones de este sector quedaran divididas entre la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), “es importante definir las funciones, porque cuando dos agencias tienen responsabilidades parecidas, muchas veces no se logra una coordinación total”.
C$T-GM