Despegará digitalización en telecom y la sociedad.
El desempeño de la industria de las telecomunicaciones hacia el año que está por iniciar, presenta señales mixtas pues luego de la fuerte caída observada en el segundo trimestre del 2020, su recuperación hacia la segunda mitad del año ha sido palpable; sin embargo, los flujos de inversión en el sector continúan sin reactivarse, lo que inyecta cierta incertidumbre.
“La industria recuperó sus pérdidas iniciales; a junio creció dos dígitos en ingresos (+13 por ciento) y aumentó su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) de 2.5 a 3.4 por ciento, gracias a los dispositivos móviles y los servicios convergentes, aunque por otro lado la inversión extranjera y los empleos arrojan cifras negativas”, precisó Juan Sadurní, director general de Nae en México.
La consultora internacional con representación en el mercado doméstico, Costa Rica, España, Colombia y Brasil, dio a conocer el panorama que enfrentará en México el sector de las telecomunicaciones, industria que al ser intensiva en la inyección de capital requiere planificación a mediano y largo plazo, así como medir el impacto que puede generar su desempeño en el crecimiento de la industria y de la economía en su conjunto.
En la parte álgida de la pandemia del COVID-19, fue notorio que el actuar de las telecomunicaciones tiene un efecto multiplicador sobre la mayor parte de las actividades productivas del país, siendo también evidente que la operación eficiente de las operadoras permitió disminuir los efectos de la crisis, así como el apoyo que rindió a la recuperación del país.
Otro beneficio tangible fue cómo las empresas para salir del impacto negativo del confinamiento sanitario, aceleraron procesos de transformación digital como su migración a la nube, además de darse la oportunidad de integrar a su operación soluciones de Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, así como mejorar sus esquemas de ciberseguridad.
El directivo destacó el aumento sustancial del teletrabajo que propició el reordenamiento de la fuerza laboral y la implantación de nuevos modelos operativos en un porcentaje amplio de las organizaciones, aunque aún hay un número importante de empresas y de personas sin la preparación para asumir los nuevos retos, por lo que se requiere capacitación adicional, pues las operaciones internas y externas se digitalizarán por completo con modelos “Zero Touch”, redes autónomas, servicios auto provisionados y virtualizados.
“En Nae hemos identificado oportunidades de desarrollo y crecimiento en el sector de las telecomunicaciones, y las vinculamos a cuatro grandes grupos: el cliente, el canal, la red y las operaciones, y aún cuando la crisis se asocia al confinamiento y el momento económico, creemos que se generará un efecto positivo duradero en esta industria. Veremos un despegue definitivo de la digitalización completa de las telecomunicaciones y de la sociedad”, anticipó.
En opinión de Sadurní habrá condiciones para la llegada de nuevos operadores y marcas, que abandonarán las prácticas existentes y ofrecerán experiencias distintas, menos intrusivas. Se tendrán que atender nuevas necesidades de los clientes y se reforzará el despliegue de redes, intensificando el uso de la fibra óptica, tanto en alcance como en capacidad (más de 1Gbps), e infraestructuras móviles como 5G, además de aumentar la capacidad en 4G.
“Creemos que la industria de las telecomunicaciones será el motor de desarrollo para el resto de la economía. La fortaleza de operadores, servicios e infraestructura en el sector se equiparará y será inseparable de la fortaleza de la economía en su conjunto, y nosotros en Nae estamos preparados para seguir colaborando con los líderes globales del sector para ayudarlos a resolver sus retos más apremiantes”, concluyó
C$T-EVP