Revertir la brecha de acceso para conectar a los desconectados en América Latina es el tema urgente, que puede ser enfrentado con diferentes estrategias, como planes nacionales de banda ancha o fondos de servicio universal, que en algunos países se integran con contribuciones privadas para poner en marcha programas con amplio alcance.
“Hay una brecha de acceso muy grande. Falta conectar gran parte de la población, casi la mitad de la población y es un trabajo urgente avanzar en esta conexión, tanto del lado de los operadores y de los gobiernos, para lograr esta conectividad», subrayó Carolina Limbatto, experta de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
En el keynote “Estado de la infraestructura y de los mecanismos de financiamiento de las TIC en las Américas”, expuso que dos de las grandes políticas públicas en la región con las que se busca cerrar la brecha de conectividad son los planes nacionales de banda ancha, dentro de los que se incluyen las redes troncales, y los fondos de servicio universal. México es uno de los pocos países que no cuenta con este tipo de fondos.
Las redes troncales son clave, porque una red pública ayuda a brindar conectividad no sólo a los operadores grandes, sino también a pequeños que son a veces la única fuente de conectividad de localidades, Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), de otros operadores pequeños, operadores de cable o cooperativas, explicó la especialista en el contexto del Coloquio UIT de Políticas y Economía IPEC-22, Diálogo Económico Regional.
Los fondos de servicio universal, destacó, también destacan como parte de la política pública de algunos países en la región, que se nutren de contribuciones de operadores privados y son administrados por un organismo público, a fin de implementar programas que requieren una erogación muy importante pero tienen un alcance amplio.
La experta precisó que en Argentina, Paraguay, Costa Rica, Colombia hay programas de ese tipo para financiar o subsidiar el acceso de conectividad en hogares de bajos ingresos; en Argentina, Brasil y Ecuador, para escuelas y bibliotecas, en Paraguay y Brasil conectaron hospitales para la atención mediante telemedicina.
Limbatto precisó que en Argentina la aportación para esos fondos es del 1.0 por ciento anual; en Brasil se conforma con la contribución del 1.0 por ciento de los ingresos anuales de los operadores, además del 50 por ciento del monto que se pagan en sanciones a los operadores y el ciento por ciento del monto que se paga por transferencias de licencias.
Chile es el único caso en la región donde el fondo de servicio universal se compone por recursos públicos, que se establecen a través del presupuesto general; en Colombia el Ministerio TIC establece que el porcentaje de la contribución, que no puede ser mayor al 2.2 por ciento por ley, se establece cada año y este 2022 fue de 1.9 por ciento; las contribuciones se actualizan cada cuatro años.
En Costa Rica, dependiendo de la compañía, puede ser entre el 1.5 y el 3.0 por ciento del ingreso de los operadores; en Ecuador también es el 1.0 por ciento de sus ingresos anuales; en Paraguay es el 30 por ciento de las cargas regulatorias de los operadores y el 50 por ciento de todas las sanciones que se realizan a operadores, en Perú también es el 1.0 por ciento.
“No hay una sola solución que funcione para todos y es clave poder hacer uso de todas las redes que hay desplegadas y también de la innovación y de las posibilidades que nos permite la tecnología”.
C$T-GM