La autonomía constitucional del IFT es resultado de una de las reformas estructurales “más increíbles que hemos visto en los países de la OCDE”, y aunque aún existen retos importantes en materia de conectividad, es claro que México necesita un regulador independiente, aseguró Alexia González Fanfalone, jefa de la Unidad de Infraestructuras y Servicios de Comunicación del organismo internacional.
Durante la presentación del libro “10 años de política regulatoria y de competencia en telecomunicaciones y radiodifusión con beneficio social”, la especialista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), recordó que la reforma constitucional de 2013, que dio vida al IFT, colocó a México como ejemplo internacional.
Con esto, el país demostró “cómo las políticas públicas pueden llevar a la gente a tener una vida mejor a través de las telecomunicaciones y demuestra qué se puede lograr cuando esas políticas públicas se formulan con base en la evidencia”.
Y aunque todavía hay retos importantes como las brechas de conectividad entre sectores rurales y urbanos, la falta de conectividad para muchas personas y la difícil asequibilidad para algunas poblaciones, precisamente “México necesita un regulador independiente en línea con la recomendación de la OCDE para mantener la imparcialidad en las decisiones que beneficien a la ciudadanía y a las telecomunicaciones”.
A su vez, Enrique Yamuni Robles, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CANIETI), destacó que en 10 años de existencia “todas las estadísticas respecto al trabajo del IFT son muy favorables”.
Asimismo, habló de logros como la portabilidad numérica, la marcación única a 10 dígitos y la eliminación de la larga distancia nacional, además de las notables cifras de incrementos en servicios como telefonía móvil, acceso a internet (fija y móvil) y la drástica disminución en los precios.
En su vertiente de garante de la competencia en el sector de telecomunicaciones, el IFT también ha logrado bajar los costos de los servicios para los usuarios a tal punto, que México es el país de la OCDE con los servicios más baratos.
“Pero esto no se logra por la gracia de Dios, ni porque a alguien se le ocurrió hacerlo por decreto, sino debido a la competencia en el sector de las telecomunicaciones que es feroz en México; se los digo por experiencia; nunca habíamos tenido tal nivel de competencia y competitividad, sino hasta que el IFT recibió su autonomía”.
Y debido a que “hay tareas pendientes, es importante que el órgano regulador sea y siga siendo independiente. Claro que todo se puede mejorar, pero para mejorar no hay que desaparecer nada, sino transformar, evolucionar y seguir una ruta de avance constante”.
Para el representante camaral, es sumamente importante que en una democracia existan órganos reguladores completamente independientes de los poderes ejecutivos, para asegurar que las políticas que se implementen sigan las tendencias mundiales del progreso y no las ideologías que pudiera tener un régimen cualquiera que éste fuera”.
En la presentación del libro, se habló de cómo en una década la política regulatoria y de competencia en materia de telecomunicaciones y radiodifusión ejercida por el IFT ha allanado un camino en el que las suscripciones de banda ancha móvil pasaron de 27 millones a 119, los precios de los servicios telecom cayeron 32 por ciento y las mejores condiciones en el mercado han resultado en ahorros de 788 mil millones de pesos para la sociedad mexicana.
Javier Juárez Mojica, comisionado presidente del órgano regulador recordó que la asequibilidad de los servicios, la cobertura universal, las políticas a favor de los usuarios y las audiencias, están contemplados en la Hoja de Ruta del IFT 2021-2025.
“El IFT es una institución con vocación social para que las telecomunicaciones y radiodifusión beneficien a la ciudadanía para que haya más y mejores servicios; es un promotor del desarrollo de las telecomunicaciones y realiza sus acciones con total independencia y apego a criterios técnicos y de alta especialización que nos caracterizan”.
En su oportunidad, el comisionado del IFT, Arturo Robles Rovalo destacó que esta publicación es muy oportuna en la coyuntura nacional, donde conviene hacer un “análisis ponderado y basado en evidencia” y en su contenido se encuentran las pruebas de lo que ha hecho el IFT en sus 10 años de existencia tanto en materia de telecomunicaciones como de competencia, “para que los mexicanos tengan acceso a más servicios, de mayor calidad y a mejores precios”.
Por supuesto “en el IFT no nos dormimos en nuestros laureles y sabemos que hay áreas de oportunidad, como conseguir la conectividad significativa, disminuir las brechas de conectividad y que logremos que a la ciudadanía le cambie la vida a partir de la competencia”.
A 10 años de la reforma en telecomunicaciones, se logró ya una drástica disminución en los precios de los servicios y el surgimiento de más opciones, como el exponencial aumento de estaciones de radio y canales de televisión y el aumento en la asequibilidad de los servicios. “Más allá de ideologías, el modelo de un regulador autónomo, especializado, ajeno a intereses ideológicos es el que más ha dado resultados”, detalló.
Arturo Oropeza García, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, coincidió en que México vive sus propios retos, al igual que el resto del mundo y esta nueva etapa invita a la reflexión.
En materia de telecomunicaciones, dijo, no cabe duda que el IFT “ha cumplido con éxito el ejercicio de sus actividades” y debemos ser cuidadosos de qué modelo elegir, porque “estamos ante el nacimiento de una gran revolución industrial, lo sepamos o no, lo aceptemos o no, estamos ante un gran hito disruptivo, y aunque no sabemos hacia dónde nos conduce”, debemos ser cuidadosos de qué modelo elegimos para regularlo.
C$T-GM