El desarrollo de la tecnología 5G en México y América Latina recobra importancia no sólo por beneficios como mayores velocidades o menor latencia, sino porque representa una visión y compromiso para generar una posibilidad o un futuro distinto para los latinoamericanos, labor en la que el regulador mexicano destaca por su posición sólida de autonomía, afirmó Adolfo Cuevas Teja, Presidente Interino del IFT.
“En el caso del regulador mexicano, a diferencia de otros países de Latinoamérica, no tenemos que contender en términos estrictamente reales y estrictamente jurídicos con presión posible alguna del cuerpo político de nuestros países, lo cual no sucede siempre en América Latina”, dijo.
En la mesa de debate 5G Leaders de América Latina, Cuevas Teja reconoció la posición sólida del IFT, a causa de las decisiones que tomaron nueve años, para establecer en la Constitución un blindaje al regulador, el cual consta también de leyes secundarias.
Por ello, consideró que un futuro deseable para los reguladores de la región es dotarlos de un conjunto de atributos que los inmunicen de la tentación de liderazgos políticos, con aspiraciones remotas o ambiguas, para que sus decisiones se tomen a través de diálogos, con la pericia técnica basada en datos, con la industria, operadores y especialistas.
“Suena bien el tema de liderazgo político, lo reconozco, lo honro y lo aprecio, pero hay un error de concepto. El liderazgo político es la única solución que a veces tienen nuestros países cuando no hay instituciones que tengan las atribuciones para desarrollar lo que se tendría que hacer y tenemos que esperar que venga un líder”.

Destacó que con la tecnología 5G se debe pensar en dos planos: el de regulación sectorial, que tiene que ver con la innovación y el desarrollo de las telecomunicaciones, que ya se cumple en México con trabajo institucional, pero también de un plano superior, el de la economía digital para el desarrollo integral de los países de América Latina.
“Hay estudios que señalan más de una decena de sectores que serán revolucionados por la tecnología 5G, y eso posicionará a mi país y veo más allá, a la región latinoamericana, que mucho necesita una estrategia conjunta de desarrollo que le permita superar varios atrasos históricos y que han venido agravando un contexto de crisis social”.
Cuevas insistió en que se trata de consolidar una propuesta de desarrollo para los países de la región, y en el tema de los dos planos, en el de lo inmediato y los deberes intrínsecos del regulador, el espectro y las barreras locales son puntos en los que se necesita trabajar si es que se pretende garantizar la viabilidad de los modelos de negocio de la economía digital.
“Tenemos que eliminar los problemas que hay a veces a nivel local, con trabas en despliegues de redes, fragmentación de competencias que lleva a que en ocasiones al nivel más local se pongan obstáculos y se exijan prebendas de algún operador para atender la red”.
El presidente interino del IFT, quien estará al frente del regulador hasta el último día de este mes de febrero, reconoció que gracias a la autonomía de la que goza el IFT, los operadores saben qué es al IFT al que tienen que dirigirse.
“… y nadie se mete con nosotros, no se pueden meter, no se deben tener que meter, no tienen facultades para incidir en la esfera del IFT y gracias a eso los operadores saben qué es al IFT al que tienen que dirigirse y con el que tiene que construir, como lo hacemos en regulación colaborativa, el desarrollo del sector para lograr resultados”.
C$T-EVP