Si bien el borrador de lo que será la nueva ley de telecomunicaciones y radiodifusión, establece que existirá un ente especializado en competencia económica, este mismo marco legal le otorgaría a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) la facultad de emitir opiniones vinculantes, con lo cual se convertiría en la verdadera autoridad en materia de competencia, lo que pone en riesgo el cabal cumplimiento del T-MEC.
“En el tema de la competencia y las facultades de la ATDT y la Autoridad de Libre Competencia y Concurrencia (ALCC), todo se centra en que si el objeto de la regulación es que tenga efectos en un tema de competencia económica, incluida la preponderancia, debe ser la ALCC quien establezca las medidas a tomar para lograr el efecto deseado en competencia”, opina Fernando Borjón, asesor Senior de Access Partnership.
Desde la perspectiva del especialista, habrá que ver si el nuevo ente realmente tendrá un rol de autoridad en materia de competencia con capacidad de decisión o terminará por limitarse a “copiar y pegar” la regulación que la ATDT le envíe, porque de ser así, la agencia se convertirá de facto en la dependencia clave.
Y es que la primera versión de lo que podría ser la nueva Ley Federal en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, señala que la ATDT será la dependencia responsable de definir las medidas y obligaciones específicas que serán impuestas por la nueva ALCC a los agentes económicos que declare como preponderantes en los sectores de radiodifusión y de telecomunicaciones, mediante opiniones vinculantes; así como de revisar, verificar y sancionar su incumplimiento.
Asimismo mandata que las opiniones vinculantes que emita la ATDT podrán incluir, entre otras, las medidas relacionadas con información, oferta y calidad de servicios, acuerdos en exclusiva, limitaciones al uso de equipos terminales entre redes, tarifas e infraestructuras de red, incluyendo la desagregación de sus elementos esenciales y, en su caso, la separación contable, funcional o estructural de dichos agentes.
“Entiendo que se quiera dar fuerza a la decisión de la agencia pero eso no debería delimitar a la autoridad de libre competencia. No es que la ATDT no tenga la capacidad técnica para señalar cuál debe ser la regulación, sino que su papel debería ser el de señalar lo que podría ser la regulación”, es decir, no invadir las facultades de competencia del ente que se creará para encargarse de esa materia.
El escenario ideal sería que la nueva autoridad en competencia esté un escalón arriba de lo que le proponga la ATDT, pero si la ley se queda como lo señala el borrador actual, las opiniones vinculantes de la agencia podrían convertirse más bien en una instrucción para ese nuevo ente.
La nueva estructura institucional y legal de los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión es particularmente preocupante si se considera cómo podría derivar en un franco incumplimiento al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
El Capítulo 18 del T-MEC, dedicado a Telecomunicaciones señala en su artículo 18.17 que cada socio asegurará que su organismo regulador de telecomunicaciones sea independiente y no rinda cuentas a un proveedor de servicios públicos de telecomunicaciones.
“Con miras a asegurar la independencia e imparcialidad de los organismos reguladores de telecomunicaciones, cada Parte asegurará que su organismo regulador de telecomunicaciones no tenga interés financiero o mantenga un papel operativo o administrativo en un proveedor de servicios públicos de telecomunicaciones”, señala el texto.
Más aún, existe el compromiso concreto por parte de México de contar con un organismo regulador autónomo respecto del Poder Ejecutivo, es independiente en sus decisiones y funcionamiento, y tiene por objeto regular y promover la competencia y el desarrollo eficiente de las telecomunicaciones, en los términos establecidos en la ley mexicana existente.
El pasado 30 de enero, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que el organismo antimonopolios que absorberá las funciones que hasta ahora realiza el IFT en materia de competencia económica en los mercados de telecomunicaciones y radiodifusión, y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) para el resto de los sectores productivos, contará con independencia técnica.
“Cuándo el IFT establecía la regulación de preponderancia lo hacía en su doble rol de regulador y autoridad de competencia, la ATDT no tiene esa doble facultad”, precisó Fernando Borjón.
C$T-GM