Contribuiría al desarrollo de redes 5G.
En el futuro cercano la convivencia de redes de diferentes tecnologías (2G, 3G, 4G y en el futuro 5G) se volverá ineficiente, bajo este contexto el apagado de las redes más antiguas generaría una reducción de costos operativos, permitiría un mayor aprovechamiento del espectro radioeléctrico y generaría un incentivo de inversión entre los operadores para el desarrollo de las redes de quinta generación (5G), destaca el estudio “Mejores Prácticas en Desconexión de redes móviles en desuso para América Latina”.
La evolución tecnológica demandará a los operadores mayor capacidad de espectro radioeléctrico para poder desplegar sus redes de quinta generación incluso, potenciar el uso de las redes 4G vigentes también exige mayores porciones de espectro, algo importante si se considera que en América Latina el promedio entregado a la industria móvil fue de 392.1 MHz equivalente al 20 por ciento de lo recomendado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), para un escenario de alto nivel competitivo en 2020.
“Existe una necesidad de mayor cantidad de espectro radioeléctrico en la industria móvil de la región para poder desplegar de forma eficiente la nueva generación de servicios móviles (5G), así como para optimizar la oferta existente en 4G. El apagado de las redes GSM o UMTS/HSPA puede ser una alternativa adoptada por la industria para aumentar esa capacidad de espectro destinada a servicios LTE, LTE-A y 5G”.
Las redes 2G y 3G en forma acelerada van teniendo menor cantidad de clientes, sus terminales y dispositivos de red se vuelven más costosos para reponer, además que su mantenimiento empieza a ser costosa para los operadores, sin pasar por alto que para los usuarios permanecer en estas tecnologías representa limitar los beneficios que ofrece el uso de nuevas terminales con aplicaciones mucho más productivas.
Adicional a la obsolescencia tecnológica en que caerá este tipo de redes se debe considerar que los operadores tienen una constante presión competitiva del mercado, sumado a las exigencias de las autoridades por mejores servicios de conectividad, condiciones que obligarían a las empresas a actualizar sus redes, poniendo mayor foco en 5G que en las redes más antiguas como GSM y UMTS/HSPA.
El documento elaborado por 5G Americas indica que aunque con algunas diferencias de idioma, aspectos culturales y tamaños de mercado, la región de América Latina y el Caribe dadas sus similitudes socioeconómicas puede analizarse como una unidad, como un gran mercado, y porque los distintos operadores de telecomunicaciones que ofrecen sus servicios en la zona “suelen replicar sus estrategias de negocios, posicionamiento y despliegue de tecnologías”.
En la última década la región latinoamericana registró un aumento en las conexiones móviles que permitió distintos avances para los países, pues el crecimiento de accesos de banda ancha móvil posibilitó mejorar las condiciones de vida de los habitantes y potenciar la operación de sectores productivos como la agricultura, la industria, así como de la salud y la educación.

Los servicios de banda ancha móvil también han logrado tener una amplia adopción en la región; todos los mercados cuentan con redes UMTS/HSPA y han lanzado LTE, se estima que este tipo de accesos sumaron casi 400 millones en 2020 y crecerán a 450 millones par el periodo 2020-2024, aunque se espera que esta y otras tecnologías decaigan conforme inicie la adopción 5G.
“La habilitación de los servicios de banda ancha móvil han generado un crecimiento en el tráfico de datos en detrimento de la voz. Esta situación obliga a los operadores a plantear hojas de ruta y planificación de sus redes a largo plazo de forma tal que puedan ir preparándose para este creciente consumo de datos y el desarrollo de 5G… además de contar con redes más evolucionadas, potentes y robustas con LTE-Advanced, y algunos operadores lanzado IMT-2020 (5G)”.

Como primer paso para el apagado de las redes legacy (GSM, UMST/HSPA y CDMA 1xEVDO) se recomienda que exista una amplia planificación, además de considerar tiempos más oportunos para ejercer el apagado de las redes, la estrategia que se ejercerá con los usuarios y otros jugadores del mercado, amplia información hacia el regulador; todo lo cual debe partir de suficiente flexibilidad para adecuarse a cualquier circunstancia, por lo cual también es relevante mantener una comunicación clara, transparente, tanto a las autoridades reguladoras como a los usuarios finales y corporativos para minimizar cualquier problema.
“Presentar los beneficios entre las redes legacy y las redes de última generación, enfatizando la diferenciación de los servicios que podrían ofrecerse, la calidad de los servicios en términos de velocidades y como la migración a tecnologías mas eficientes constituye una palanca para lograr los beneficios de la digitalización en los países”.
Entre otros temas relevantes, es de suma importancia la coordinación de distintas políticas públicas para asegurar el éxito en la migración de clientes de la red legacy a redes de tecnologías más avanzadas, así como limitar la importación de terminales y dispositivos de las tecnologías a ser apagadas, además de fijar incentivos fiscales y aduaneros para reducir el coste de los dispositivos de las nuevas tecnologías o la aplicación de subsidios directos para fomentar la adopción de dispositivos de tecnologías más avanzadas.
CT$-EVP