El negocio y los usuarios deben verse igualmente beneficiados.
A unos días de ocupar la vicepresidencia de asuntos externos en AT&T México, Mónica Aspe Bernal considera que ampliar la conectividad en el país es un objetivo en común con el actual gobierno y que para lograrlo es necesario echar mano de una combinación de estrategias que involucre temas clave como el costo del espectro, la competencia efectiva y certidumbre para la inversión privada.
«El gobierno está hablando de ampliar la conectividad para las personas, reducir la brecha digital es un reto constante por el cambio tecnológico que cada vez abre nuevos frentes, es un tema de igualdad e inclusión fundamental y ahí, en ese objetivo común está la guía de cómo AT&T quiere avanzar con la nueva administración», dijo Mónica Aspe, vicepresidenta de Asuntos Externos de AT&T México.
En entrevista con Con$umotic, la ejecutiva que hasta el pasado 20 de noviembre fue representante permanente de México ante la OCDE, detalló que como responsable de las relaciones gubernamentales e institucionales de la firma, una de sus funciones será tender puentes con los tres órdenes de gobierno, las cámaras de la industria y asociaciones; además de estar al frente de la estrategia de responsabilidad social de la compañía.
«Esta es una empresa que entró a México a competir, fue un motor muy importante para la reducción de precios y el crecimiento en el número de usuarios en el país y que además trabaja en el frente de la responsabilidad social, estaremos centrados en ese objetivo común promoviendo iniciativas innovadoras tanto en lo financiero como en lo técnico para avanzar, porque éste es un país que necesita todavía mucha conectividad».
En opinión de Aspe Bernal, para avanzar en materia de conectividad, es necesario echar mano de una combinación de estrategias en las que se vean involucrados temas clave para la industria como el particular alto costo del espectro.
«Hay distintas formas de cómo las empresas pueden pagar el espectro, una de ellas es con dinero a través de la figura de los derechos y la otra, es con servicios, por ejemplo con cobertura, analizar esa mezcla es uno de los mecanismos que tenemos a la mano para avanzar en este tema de la conectividad, sobre todo en zonas que no son rentables, tenemos que encontrar formas de que sí lo sean para que las empresas puedan llegar y prestar más servicios».
Otro punto donde no se debe quitar el dedo del renglón, añadió, es en el fortalecimiento de la competencia en el sector de las telecomunicaciones, pues si bien es cierto que México avanza de manera significativa en la materia, es claro que falta mucho por hacer.
En México y en otros mercados del mundo, se ha demostrado una y otra vez que la forma más rápida y eficiente de lograr una mayor competencia es tener mercados abiertos, bien regulados y promover la inversión privada.
«Se ha avanzado mucho en México en términos de competencia y también por eso se han tenido importantes inversiones de AT&T, pero todavía a cinco años de la reforma en telecomunicaciones aún enfrentamos un operador dominante que tiene casi 64 por ciento de los suscriptores, todavía tenemos que avanzar en las condiciones de competencia».
La llegada de AT&T al mercado mexicano, recordó la directiva, representó una inversión superior a los 4.4 mil millones de dólares derivada de la compra de Iusacell y Nextel; a lo cual se sumaron otros tres mil millones de dólares destinados al despliegue de su red 4G LTE.
«Se han hecho inversiones muy fuertes y necesitamos continuar con esa certidumbre y apertura, confiamos en que la vamos a tener porque tenemos el objetivo común de avanzar en la conectividad, así que mantener condiciones a favor de la competencia, seguirlas fortaleciendo y avanzar también en esta claridad de condiciones para la inversión privada es importante».
En este contexto, Aspe Bernal dijo que uno de sus objetivos centrales es fortalecer las relaciones gubernamentales e institucionales de AT&T en México de una forma que sea «buena» para el negocio y la empresa, pero también para los usuarios y para el mercado en su conjunto.
Con relación a un posible conflicto de interés derivado del cargo de funcionaria pública que desempeñó de 2015 a 2017 cuando fue subsecretaria de Comunicaciones en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la directiva dijo que no hay nada indebido desde el punto de vista legal y mucho menos ético.
«Analizamos mucho el tema, tanto la empresa como yo, para estar seguros que no hubiera ningún conflicto de interés, ni legal ni ético. La ley exige un año tras dejar un cargo público donde se pudiera haber tenido acceso a información confidencial, la SCT no regula a las empresas de telecomunicaciones incluyendo a AT&T, no tuve información confidencial de la empresa, pero en todo caso, han pasado casi dos años desde mi salida».
Para Aspe Bernal, el conflicto de interés también tiene una dimensión personal y exige consistencia; en ese sentido, su incorporación a AT&T México representa la oportunidad de seguir aportando acciones que permitan reducir la brecha digital en el país, colocar las bases para un mercado con mejores servicios, precios y calidad, «no sólo legalmente sino éticamente estoy muy tranquila de estar aquí».
C$T-GM