Abandono institucional de la industria.
El arranque del 2021 inicia con un escenario poco afortunado pues la pandemia del COVID-19 continúa sin control que genere certidumbre, el sector no alcanzó la recuperación y mucho menos el nivel de los números negros, en tanto que las políticas públicas hasta ahora conocidas sobre el desarrollo y adopción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el país resultan totalmente insuficientes.
“Tuvimos un arranque 2020 con expectativas promisorias: una tasa de remplazo de equipo positiva, crecimiento en el consumo, mayor penetración de los servicios, pero no le llegamos. A cambio tuvimos un trágico segundo trimestre en muchos sentidos, y para el cierre de año se tuvo una tasa de contagio similar a la de mayo (2020) cuando casi el 90 por ciento de la población tuvo que recluirse en sus hogares”, describió Ernesto Piedras Feria, director General de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
El confinamiento originalmente planeado para una cuarentena, se ha prolongado por casi un año, y dado el curso que han tomado las cosas con un regreso al semáforo rojo en la Ciudad de México y Estado de México, que culminará el próximo 10 de enero oficialmente, pero que bien podría prolongarse hasta el 30 de este mes, con la diferencia de que la “gente ahora ya está harta del encierro” y con niveles muy altos de incertidumbre sobre cómo se está abordando el control de la pandemia.
El 2020 acabó con el tradicional desempeño procíclico, de las telecom, (que crecía cuando la economía marchaba bien) y contracíclico (que crecía cuando caía la economía), pues en el 2T20 la industria se vino abajo 18 por ciento, porque “nos asustamos mucho y dejamos de comprar equipo y nos llevamos mucho del tráfico móvil (que representa 63 por ciento del ingreso total del sector), a las redes fijas lo que provocó una afectación notoria.
Las ráfagas de desempleo y los fuertes recortes al ingreso de la población también contribuyeron mucho a la caída del 18 por ciento del 2T20, así como también al comportamiento de los trimestres subsecuentes (3T20 y 4T20) que siguieron cayendo, aunque bajo una dinámica menor, “el paso a números negros no se ha logrado concretar pues seguimos cayendo y aún no se puede hablar de una recuperación”.
“Es previsible que la buena estacionalidad del 4T20, como es costumbre, alcance a completar una recuperación, pero lo razonable, es mejor esperar una ligera caída para todo el sector”, anticipó el especialista en entrevista con Con$umoTIC.
Piedras Feria explicó que la caída del 2T20 fue tan profunda que afectó la cadena de suministro de componentes para la fabricación de computadoras y dispositivos inteligentes, lo que explica en parte por qué se pospusieron lanzamientos; por un lado estuvo la imposibilidad de hacerlo con la espectacularidad que lo hacían, en vivo y en grandes auditorios y por otra, porque no se tenía la producción necesaria para atender la eventual demanda.
Para la segunda mitad del año, se percibió cierta reactivación en la comercialización de equipamiento, debido a la llegada de los habituales recursos de fin de año, pero sobre todo por la necesidad de la población de tener mejores capacidades en sus equipos, así como mejores anchos de banda, con lo cual la demanda pasó de 10 a 30, de 20 a 50 e incluso de 50 a 100 Mbps.
Ahora se tiene una presión en lo doméstico mucho más marcada por las actividades de teletrabajo que hay que enfrentar (en noviembre alcanzó al 81 por ciento del mercado laboral y podría fijarse en niveles de 45 por ciento), la actividad educativa a distancia de los niños en casa y las necesidades de incurrir en esquemas de telemedicina dadas las limitaciones que enfrenta el sistema de salud con la pandemia del COVID-19.
Este escenario propició que la demanda promedio de dispositivos inteligentes que hace tres años se ubicara en equipos de gama baja, en la actualidad observara una migración a smartphones de gama media-alta (71 por ciento). El usuario “prepaguero” no navegaba en internet y hoy tiene la necesidad de hacerlo, lo cual le exige mayores capacidades y dispositivos más robustos, por lo que ha decidido invertir más.
“Con la experiencia del 2020, ya no se regresará a los anchos de banda del pasado, ¿sería necesario realizar simulacros cada año sobre la pandemia? Ingenuamente se pensó en un confinamiento de un par de semanas y ahora es evidente que esto no será de corto plazo, por lo que en todo caso debemos prepararnos para regresar a una nueva anormalidad”.
El arranque de 2021 tiene una gran diferencia con el inicio de enero de 2020, cuando se tuvo una expectativa promisoria, con mucha inconciencia pues se ignoraba lo que se avecinaba. El inicio de este año se da con una gran incertidumbre y con cansancio, tensión y desgaste muy pronunciado por 11 meses muy complicados, eso pese a tener conocimiento de que habrá una vacuna contra el COVID.
Por el lado económico, hay desempleo y descenso en los ingresos de la población, para lo cual tampoco parece haber respuestas, y las políticas públicas direccionadas al desarrollo y crecimiento de las telecomunicaciones en México, van en dirección contraria a la tendencia mundial, pues mientras el mundo construye y fortalece su “Corpus institucional” para favorecer el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), en el país se gesta un abandono institucional con la desaparición de entidades relevantes.
“En Colombia hace más 10 años crearon su Ministerio TIC, su agenda digital, pusieron gente de primera al frente; en México hasta desmantelamos la Subsecretaría de Comunicaciones, no hay Agenda Digital, ni tampoco presupuesto, y una política digital sin presupuesto es demagogía… hay un abandono absurdo”, sostuvo el experto.
Mientras las necesidades que exige la transformación digital y el mundo hiperconectado de las redes 5G en el país aumentan, entre los actores de la industria hay una especie de “deshaucio” de evitar confrontaciones con la administración por la falta de acciones, por lo que han decidido ponerse a trabajar con lo que hay.
C$T-EVP