“Cumplir importa” y el IFT lo ha hecho.
La tarea de un órgano regulador implica por definición afectar intereses particulares para hacer prevalecer los generales; en ese sentido, el IFT ha hecho su trabajo con transparencia, predecibilidad y consistencia, asegura Gabriel Contreras Saldívar, comisionado Presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
“¿Qué esperamos que diga la industria cuando hay una regulación que por definición los obliga a competir?, pues ni modo que se pongan de pie y le den un aplauso sonoro al regulador, no lo esperamos nunca. Lo que sí hacemos es construir con transparencia, predecibilidad y con consistencia”.
En entrevista con Con$umoTIC, el funcionario subrayó que la reconfiguración del mercado de las telecomunicaciones salta a la vista cuando se identifica que en México se ha triplicado la penetración de la banda ancha móvil y la oferta de MB es siete veces más grande.
“Ante los dichos los hechos”, afirma el funcionario que el próximo 29 de febrero concluye su gestión al frente del Pleno del IFT. Desde su óptica, el mercado mexicano de las telecomunicaciones cambió de manera radical y benéfica para el eslabón más importante del sector: los consumidores.
A casi siete años del inicio de operaciones del IFT, el presidente del órgano regulador da cuenta de una institución que garantiza credibilidad y certidumbre en mercados tan dinámicos como el de las telecomunicaciones y la radiodifusión y donde la consigna “cumplir importa” ha permeado desde su creación.
“Cumplir importa y vale la pena, los que tenemos el deber de desempeñar un cargo público no podemos andar con medias tintas. Hay que cumplir exactamente con lo que dice la ley porque los resultados se ven allá afuera, no hacer el trabajo también se ve y es no responder a un voto de confianza”.
El funcionario sostiene que la transparencia, predecibilidad y consistencia de la actuación del IFT han sido piezas clave en la redefinición de las condiciones de competencia que los mercados regulados requieren.
“No creo que haya ningún regulado que pueda decirse sorprendido por una actuación del regulador, aquí se dice exactamente qué se hace, cómo se hace y para qué se hace. Podemos no coincidir en lo que se hizo, hubieran esperado un producto distinto pero no creo que haya alguien que cuestione que se llevó una gran sorpresa con una actuación del regulador”.
Para Contreras Saldívar, la tarea regulatoria es un ejercicio inacabado que implica una constante evolución, una permanente revisión de los mercados, de sus dinámicas y el entendimiento que la frustración que pueda tenerse en algunos ámbitos es derivada de más de 20 años de inacción.
“En este concierto de actores, muchos encontrados históricamente con otros, pero todos entendiendo que las reglas del juego cambiaron, ha abonado mucho a la credibilidad del regulador, hacer las cosas con transparencia. Eso desde luego no significa que de un día para otro digan que regulador tenemos, no, y está bien. Nunca salen los jugadores de un partido de futbol y piden un aplauso para el árbitro, yo eso no lo he visto”.
C$T-GM