Sube 3.4 veces más el costo de renovación.
El esquema de Pago de Derechos bajo el cual se otorga en concesión el espectro radioeléctrico en México, no es sostenible en el mediano plazo, y de mantenerse podría “ralentizar” las inversiones orientadas al desarrollo de infraestructura, por lo que es imprescindible que el gobierno federal evalúe y responda sobre la viabilidad de las propuestas que la industria ha puesto sobre la mesa para resolver esta creciente problemática.
“Cada año Telefónica le paga más al gobierno, lo cual es una suma cero, pues eso podría orientarse a invertir en desarrollar más infraestructura, en garantizar más cobertura y sumar más usuarios lo que aumentaría la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el gobierno recibiría más Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS) y se abonaría al objetivo de cerrar la brecha digital”.
Este año Telefónica deberá enfrentar el proceso de renovación del espectro que utilizó en años anteriores, y el costo de esa renovación para los próximos 20 años será 3.4 veces mayor que el valor de lo pagado originalmente, es decir, que el 15 por ciento de los ingresos anuales de la compañía, se irá al pago de espectro”.
“Porque pagar 3.4 veces cuando la media mundial está en 4.0 por ciento; cuando el mercado no ha crecido en esa misma proporción y por el contrario hay que seguir bajando el precio de los servicios a los clientes; todo ello ha propiciado que el espectro se vuelva el insumo más caro para la compañía, un problema que no es exclusivo de Telefónica, sino que afecta también a AT&T y Tecel”, Miguel Calderón, vicepresidente de regulación de Telefónica Movistar México.

Bajo este escenario es que la industria en su conjunto a través de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) e incluso de la Cámara Nacional de la Electrónica, Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) es que se han presentado dos propuestas:
Que el gobierno diga dónde se requiere invertir para conectar a más usuarios y eso se deduzca de lo que tiene que pagar anualmente cada operador por el precio del espectro y segundo, establecer un descuento por prepago que lleve a niveles razonables de costo y permita reanimar el nivel de inversiones.
El IFT propone que esto se realice, pero a partir de futuras licitaciones; sin embargo, lo que no considera el regulador es que el peso actual del costo del espectro “se está comiendo todos los flujos”, algo que en breve será mucho más visible en los reportes trimestrales de las empresas de telecomunicaciones.
La necesidad de reducir el costo del espectro radioeléctrico no es una exigencia local; actualmente hay estudios sustentados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), así como por organizaciones como la GSMA, la propia Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), e incluso reconocido por el propio Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) que hablan de la necesidad de establecer un costo más competitivo.
Hace algunos años, los operadores adquirían espectro conforme crecía su cartera de clientes, una actividad que tenía una correlación muy fuerte con el nivel de ingresos que se tenía; durante muchos tiempo no hubo licitación de espectro “y no pasaba nada”.
En las primeras licitaciones en las que Telefónica participó en México, se pagaba la totalidad del espectro que se adquiría “de un solo golpe” a 20 años, como sucedió en 1998 cuando Pegaso-Qualcom compró espectro por 270 millones de dólares; sin embargo, para 2007 se cambió a un esquema de pago de derechos, donde se cobraba 20 por ciento del valor del espectro en la puja comercial y 80 por ciento restante se difería en pagos anuales.
El problema es que la economía del mercado cambió en forma sustancial, pues el servicio de voz dejó de ser el negocio principal para ser encabezado por el de datos, un servicio que ha crecido pues la demanda del consumidor también aumentó exponencialmente, al elevar sus necesidades de envió de mensajes, escuchar música, envío de fotos, ver videos, entre otras.
De esta forma hoy el consumo del usuario crece de manera exponencial, pero su cargo o costo no sube, sino que ha bajado 40 por ciento, es decir, mientras el precio de sus servicios baja en su beneficio las compañías necesitan mucho más espectro para soportar la cantidad de tráfico -que a Telefónica se le duplica año con año, algo que no sucedía en el pasado- y el espectro sube de costo anualmente con la inflación.
“Necesitamos más espectro para soportar, no solo más clientes, sino más tráfico con menores ingresos, una combinación que en el mediano plazo es insostenible. En 1998 se compró espectro por 270 millones de dólares, después logramos en el swap (2015) con AT&T y ganamos espectro de Iusacell y compramos más espectro por 350 millones de dólares”.
Por ello, en opinión del directivo, hablar de desarrollar redes 5G, no está en sintonía con los planes del IFT que anunció sacar a licitación alrededor de 11 mil MHz de espectro, lo cual a los precios vigentes representaría una verdadera fortuna, que ni con todo el valor del mercado de las telecomunicaciones se alcanzaría a pagar, la cantidad que se quiere colocar en el mercado.
C$T-EVP