Para 2030, cuando la penetración global de 5G alcance el 67 por ciento con más de 6 mil 300 millones de suscripciones móviles, se verán los primeros despliegues de redes de sexta generación que potenciarán un mundo “ciberfísico” que va más allá de las realidades virtuales y aumentadas; sin embargo, América Latina estaría llegando tarde.
“La estimación que tenemos es que para ese año (2030) llegarán los primeros lanzamientos comerciales de las mismas”, sostuvo Leunam Betin, global key Account Manager para Latinoamérica Norte y el Caribe de Ericsson, al precisar que el desarrollo de la sexta generación de telecomunicaciones se construirá sobre las capacidades de 5G Standalone (SA) y 5G Advance.
Al presentar el Ericsson Mobility Report 2024, el especialista refirió que sólo en el tercer trimestre de 2024, se sumaron 163 millones de suscripciones 5G, para alcanzar un total de 2.1 mil millones a nivel global.
En este contexto, el documento de la firma subraya el rol que las redes 5G Standalone (5G SA) tienen para potenciar al máximo los beneficios que ofrece la quinta generación móvil, por lo que pronostica que hacia el año 2030 las suscripciones de este tipo de infraestructura autónoma alcancen las 3 mil 600 millones.
“Ya se empiezan a visualizar, al menos en estas proyecciones y estimaciones, los primeros lanzamientos de 6G para el año 2030. Por supuesto que antes de llegar a esa etapa, estaremos hablando de una madurez de las arquitecturas stand-alone que ya mencionamos, así como también del concepto de 5G Advanced que nos va a permitir seguir aprovechando y potenciando todos los beneficios de estas últimas tecnologías”.
Sin embargo, el rezago que experimentó América Latina en el despliegue inicial de redes 5G con relación a las primeras redes lanzadas en otras regiones, hace difícil pensar que con 6G se tendría un comportamiento diferente.
“Vamos a iniciar 2025 y todavía hay países que no han completado sus subastas de espectro, lo que significa que no se están prestando de alguna manera las condiciones o los recursos necesarios para poder materializar estos despliegues de manera adecuada o al menos pensar que vamos a estar a la vanguardia en comparación de otros mercados actualmente a nivel mundial”, comentó Leunam Betin.
Por ahora, expuso, América Latina debe terminar de materializar los esfuerzos alrededor de 5G, pues uno de los grandes desafíos para los operadores de telecomunicaciones es la monetización de esta tecnología que ha exigido grandes montos de inversión, por lo que un elemento adicional es sin duda el rol de los gobiernos como impulsores de iniciativas que impulsen la evolución tecnológica.
“Nosotros no observamos a 5G únicamente como una nueva generación de tecnología móvil celular, sino como una plataforma tecnológica que va a ser la base para el desarrollo económico industrial de los mercados. Si logramos entender eso, posiblemente en 6G podamos esperar un panorama un poco mejor o un poco diferente. Sin embargo, por los tiempos que observamos, es difícil creer que para el despliegue de esta tecnología veamos algo, digamos, sustancialmente diferente a lo que hemos presenciado con 5G”.
Para Francisco Escobedo, Global key Account Manager para Core y Cloud en Latinoamérica Norte y el Caribe de Ericsson, 6G dará paso a interacciones ciberfísicas, pues las redes de sexta generación permitirán que las máquinas operen con mayor autonomía, entregando Cobertura 3D completa de enlaces de datos fiables para interacciones en las que el tiempo es crítico.
En un escenario 6G, los objetos digitales se integran a la perfección con los entornos físicos para crear experiencias de realidad mixta ubicuas; además, los dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) combinados con la Inteligencia Artificial (IA) y las capacidades informáticas proporcionarán una plataforma para la digitalización de cualquier proceso.
“Va a haber una combinación de sensores con actuación en tiempo real precisamente permitida por esta conectividad que nos va a permitir precisamente tener o derribar esas barreras físico-digitales que estamos viendo hoy día y se van a complementar mucho más viéndolo con las redes de 6G”.
En lo que llega 6G ¿cómo vamos con la quinta generación?
De acuerdo con datos del Ericsson Mobility Report 2024, se espera que a finales del año 2030, se espera que las redes 5G transportarán alrededor del 80 por ciento del tráfico total de datos móviles, frente al 34 por ciento que se alcanzará al cierre de este 2024.
A nivel Latinoamérica, se estima que 61 por ciento de las suscripciones móviles sean 5G, una perspectiva positiva derivada del avance de las subastas de espectro 5G en toda la región.
Y es que cabe recordar que en 2023, Colombia, Uruguay y Argentina concluyeron con éxito sus subastas y Costa Rica está avanzando significativamente en su proceso de subasta 5G, que finalizará en enero de 2025.
“La adopción de suscripciones 5G ha sido lenta debido a las dificultades macroeconómicas de la región. Sin embargo, se estima que durante 2025 el número de suscripciones 5G se habrá duplicado, alcanzando alrededor de 63 millones a finales de año. Para finales de 2030, se prevé que el 5G represente el 61% de todas las suscripciones móviles”, destada el documento.
En la región, 4G sigue siendo la tecnología dominante, aunque ha comenzado a disminuir ligeramente a medida que los abonados migran a 5G. A finales de 2024, se proyecta que 4G representará el 72 por ciento de todas las suscripciones.
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