Operan 9.4 millones de dispositivos en el mercado mexicano.
La transversalidad de la tecnología ha mostrado amplios beneficios en distintos sectores productivos y en el sistema nacional de salud, su adopción podría contribuir a superar desafíos importantes como la alta fragmentación y la falta de interoperabilidad, dos elementos que prevalecen en este sector y que le impiden mejorar su operación y eficiencia, así como alcanzar ahorros sustanciales.
“Las enfermedades no transmisibles (ENT) en 2018 ocasionaron más muertes que enfermedades transmisibles. Además del creciente número de víctimas, su tratamiento generó un gran impacto financiero en el sistema público de salud, así como otros indirectos en la economía debido a la pérdida de capital humano (muertes y pérdida de años de vida saludable)”. destacó Paulina Castañeda, analista de The Social Intelligence Unit (SIU).
Al presentar el estudio, “Wearables para un Sistema de Salud Inclusivo y Universal en México”, indicó que esto revela sólo un ejemplo del volumen importante de gasto público que debe realizar el sector salud mexicano, el cual equivale al 5.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), nivel por debajo del 9.8 al 12 por ciento que realizan economías de la OCDE, como Canadá, Reino Unido, Suiza, Japón y Francia, entre otros.

A través del estudio, elaborado en forma conjunta por The Social Intelligence Unit (SIU) y el ITAM, se propone impulsar en el país una estrategia innovadora basada en la promoción y uso de wearables para el tratamiento, seguimiento y prevención de enfermedades no transmisibles, lo cual favorecería en términos generales la operación del sector salud en el país.
“Los wearables se están utilizando como herramienta para incrementar la eficiencia de los sistemas de salud en todo el mundo, principalmente como gadgets que monitorean, registran y analizan diversos parámetros de la actividad física, así como complementos a las Instituciones de salud, reemplazando métodos y dispositivos tradicionales”.
Adoptar este esquema en México representaría una estrategia de ahorro en costos, generar interoperabilidad y conectividad entre el sector salud público-privado, monitorear de mejor manera las ENT generar un historial médico digital (portable y transferible a través de internet), disponible para el médico tratante y para el paciente, reduciendo tiempos considerables tanto en consultas médicas, como en hospitalizaciones.
Para el tercer trimestre de 2020 en México ya operaban 9.4 millones de wearables, lo que representa una penetración de 9.1 por ciento entre la población mayor a 12 años, y que entre otras funciones han permitido monitorear en forma continua signos vitales, datos médicos y actividades que contribuyen a mejorar el estado de salud de las personas.
El manejo de esta tecnología (relojes, pulseras inteligentes, lentes inteligentes y prendas de vestir) ayudan a recopilar datos clínicamente validados, registrar patrones y mostrarlos en cualquier momento, tales como frecuencia cardíaca y respiratoria, saturación de oxígeno, temperatura de la piel, postura y actividad física, número de calorías quemadas, rastrear presión arterial, incluso la posibilidad de salvar vidas al ofrecer en tiempo real la ubicación de una persona.
“Pueden usarse en una variedad de alternativas para mejorar la atención médica y el bienestar en todo el mundo: pueden ayudar a monitorear los síntomas y diagnosticar enfermedades, lo que permite una prevención, mantenimiento de la salud y tratamiento de enfermedades más efectivos”, destaca la investigación realizada por analistas de The Social Intelligence Unit (SIU) y el ITAM.

“Lamentamos que en esta iniciativa no nos acompañe el gobierno y los legisladores, pese a que desde un inicio nos empeñamos en su participación al ser un eslabón muy importante en la implementación de estas iniciativas; la ausencia de miembros del sector salud obedece a que esgrimieron como argumento, la prudencia que les impone la veda del proceso electoral que se avecina”, precisó Ernesto Piedras, director general de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
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