Ofrece monitoreo y análisis de información.
En la actualidad, uno de los retos que enfrentan las grandes urbes es el relacionado con la seguridad pública y es en ese ámbito donde los sistemas de videovigilancia se perfilan como una panacea; sin embargo, su implementación debe estar alineada a estándares de cumplimiento de leyes y una serie de características técnicas para lograr una operación realmente eficaz.
“Lo primero que una ciudad necesita es ser segura. Si no hay seguridad quiere decir que no hay control ni apego a los lineamientos necesarios para que se pueda tener bienestar en la comunidad y se puedan hacer inversiones a mediano o largo plazo», afirma Manuel Zamudio, Industry Associations Manager en Axis Communications para América Latina y el Caribe.
En opinión del directivo, una imagen clara y útil con capacidades de almacenamiento óptimas y facilidad para exportar y reproducir video sin degradación, son algunas características que deben tener los métodos de vigilancia; además de adaptarse a un esquema de cumplimiento de la ley, es decir que cumplan estándares específicos para lograr una operación realmente eficaz.
«Actualmente una cámara puede estar monitoreando una calle, un acceso o estacionamiento y estar leyendo las placas de un auto. Si en ese momento encuentra una coincidencia y detecta que esa matrícula debe acceder al estacionamiento, le abre la puerta. Lo mismo pasa con una lista negra de matrículas que han sido vistas en incidentes de robo, lo que podría provocar una reacción inversa: evita el acceso y emite una alerta».
Con individuos, añade el especialista, funciona igual pues se pueden detectar movimientos y comportamientos; generar estadísticas demográficas, saber las zonas en las que se mueve mayor o menor cantidad de gente y conocer por su apariencia, el género, la edad, entre otros datos; la solución es programada con analíticas capaces de segmentar y organizar la información previamente señalada y generar bases de datos, provocar interacciones con otros componentes del sistema e incluso, interoperar.
Un ejemplo de urbes que han implementado este tipo de tecnologías para iniciar su conversión a una ciudad segura, es el municipio de Feira de Santana en Brasil, en el estado de Bahía; donde se tenían solo 18 cámaras analógicas para una población de alrededor de 600 mil habitantes. Ahí se analizaron los puntos con mayor índice de violencia para determinar en qué puntos incluir los sistemas de videovigilancia.
La solución que se implementó consta de 106 cámaras con la capacidad de desplazarse, inclinarse y hacer zoom al monitorear intersecciones y áreas que requieren inspección, ofreciendo 360 grados. También utiliza 96 cámaras dedicadas a monitorear áreas con altos flujos de tráfico de personas, como pasillos, estaciones de autobuses y entradas a edificios públicos.
En total, 202 cámaras de alta definición son administradas por un software con tecnología de punta que optimiza los procesos, que sin duda superan las capacidades del ser humano.
“Si bien los cambios no se dan de la noche a la mañana, es indispensable el desarrollo tecnológico de las urbes para comenzar una transición y mejorar. Es un hecho que la tecnología no resolverá todos los problemas en una ciudad, pero sí marcará la pauta para comenzar la transición hacia las ciudades seguras”.
C$T-GM