Un futuro con automóviles completamente autónomos podría llevar más tiempo de lo previsto, pues aunque hay avances importantes, existen aspectos técnicos, éticos y de austeridad que obstaculizan su desarrollo y adopción, por lo que para algunos expertos la plena autonomía podría llegar tempranamente, hasta el 2035 y la adopción masiva en el mercado hasta el 2040.
William Webb, CTO en Access Partnership, consideró que uno de los principales problemas para contar con autos plenamente autónomos es el «obstáculo del Nivel 4”, en el cual el coche puede conducirse solo, pero espera que el conductor tome el mando en algunas situaciones.
Los niveles van del cero al cinco, para alcanzar la automatización total. Sin embargo, señala en el documento Tech-Policy-Trends-2023, no se cree que el conductor pueda estar consciente de lo que ocurre y sea capaz de evaluar rápidamente las situaciones en las que se requiera de su intervención.
“Es necesario saltarse el Nivel 4, pero para ello se requiere un funcionamiento casi perfecto en el Nivel 5, algo difícil de conseguir sin la experiencia acumulada en un despliegue generalizado del Nivel 4”.
A ello se sumaría la versión del “Dilema del Tranvía” aplicado a los coches autónomos, respecto a qué decisión se tomaría en el caso de un accidente inevitable: ¿Salvar la vida del conductor o la de múltiples transeúntes?
“Nos han dicho que la autonomía está a un año de distancia casi todos los años desde 2015. Un amplio abanico de expertos y pronosticadores independientes sitúan la plena autonomía en 2035 como muy pronto y en 2040 para su adopción masiva en el mercado. Algunos creen que nunca llegará”.
Hay empresas como Tesla que seguirán trabajando en solucionar los problemas, pero otras como Ford y Volkswagen anunciaron el cierre de Argo AI, un proyecto conjunto para el desarrollo de vehículos; Ford, dijo que los coches totalmente autónomos y rentables a gran escala están muy lejos.
Por su parte, recordó que Cruise, la filial de conducción autónoma de General Motors, perdió mil 400 millones de dólares en 2022, mientras que Waymo, de Alphabet, financiada por Google, ha recurrido a financiación externa para aliviar sus elevados costes.
“Veremos vehículos autónomos, pero no en los plazos de Elon Musk, ni durante un periodo de austeridad mundial y recortes entre las principales empresas de software estadounidenses”.
En este sentido, prevé que la escasa visibilidad sobre cuándo las empresas lograrán rentabilizar la inversión, combinada con los retos que plantea la austeridad mundial, significa que al menos uno de los principales fabricantes de automóviles interrumpirá o reducirá significativamente la investigación en coches autónomos.
“Aunque Tesla seguirá afirmando que la autonomía está a un año de conseguirse. Las menciones a los coches autónomos en la prensa descenderán con respecto a 2022, a medida que el público pierda interés por el tema y aumente la conciencia sobre el tiempo que tardará en alcanzarse la plena autonomía”.
C$T-GM