70% de la población vivirá en grandes urbes en 2050
El ejercicio en tiempo y forma de políticas públicas, puede convertir la capital del país en una Ciudad Inteligente, con beneficios para sus residentes en cuatro áreas: ahorros importantes en el consumo de energía; optimización del uso de agua; eficiencia en el servicio del transporte y lo más relevante, una reducción importante de la delincuencia.
En los próximos años la Ciudad de México estará obligada a enfrentar una gran transformación, pues de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de las Naciones Unidas en 35 años, el 70 por ciento de la población mundial vivirá en las grandes urbes, lo que implicará amplios retos en materia de oferta de servicios.
Los smart grids o redes inteligentes de distribución eléctrica serán una pieza crítica; la integración de tecnología inteligente será indispensable para tener medidores con sistema de telemetría automática, iluminación pública eficiente, movilidad eléctrica, fuentes de energía renovable, sistemas de almacenamiento de energía y dispositivos que mejoren el conocimiento e información acerca del ahorro y el consumo energético.
En la Ciudad de México, los edificios y casas podrían tener sistemas solares para recuperar energía del sol para el consumo de sus habitantes; la basura de los edificios ser procesada en el mismo lugar y transformada en energía utilizable para los propios residentes, bajo un modelo urbano inteligente los ciudadanos pueden ser productores y consumidores de la energía que ellos mismos generan, aseguró Ernesto López, Vicepresidente de la Unidad de Partner para Schneider Electric México.
Un sistema adecuado de administración de agua permitirá disminuir fugas hasta en 20 por ciento; mejorar su transporte y distribución, medir el flujo de agua para reducir el consumo de energía. El manejo de este recurso puede integrase a sistemas de gestión de edificios para tener una radiografía completa de los servicios que ocupan los habitantes y actuar de forma preventiva y no reactiva.
La innovación en temas de movilidad requerirá nuevas tecnologías como cámaras viales, sensores de tráfico, señales dinámicas y semáforos con controladores inteligentes, lo que en su conjunto generará ahorros de hasta 20 por ciento en horas-viaje, un esquema que exige la colaboración de las distintas administraciones jurídicas y el desarrollo de una cultura vial entre los ciudadanos.
Finalmente pero no menos importante, la instalación de sistemas capaces de operar eficientemente en cualquier tipo de aplicación, entorno y condiciones de iluminación, permitirá a los cuerpos de seguridad mejorar los tiempos de respuestas y reducir los índices de delincuencia con tecnologías como reconocimiento de placas, control de acceso, análisis de video.
C$T-EVP