Trato humano también importante para pacientes.
Al modificarse la relación médico-paciente por la pandemia se ha recurrido a Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para la atención de ciertos padecimientos; y si bien antes del confinamiento se podía consultar con una llamada telefónica a los especialistas, la tendencia ahora es la telemedicina, es decir, citas virtuales por videoconferencias a través de diversas plataformas, lo que para algunos especialistas ha impactado el lado humano de la profesión.
“La esencia de la actividad clínica es la relación médico-paciente, es claro que bajo estas circunstancias no ha sido fácil mantener una relación tradicional. La asesoría telefónica es ahora un recurso muy valioso”, explicó Alberto Lifshitz Guinzberg, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Si bien antes de la pandemia se ponderaba el contacto personal, las consultas a distancia han resultado una herramienta importante para evitar la exposición innecesaria o contagio del Sars-Cov-2, tanto en el enfermo como entre los médicos, por lo cual esta alternativa es cada vez más recurrente para brindar asesoría médica y proteger la salud ante la emergencia sanitaria.
“Hasta hace algunos meses se prejuiciaba la asesoría electrónica o telefónica, porque se ponderaba el contacto personal para poder escucharle el corazón al paciente, los pulmones, tocarle el abdomen; pero ahora este tipo de auscultación no siempre es posible”.
En el caso de los enfermos Covid-19, explicó el especialista, se han dado cambios importantes, pues debido a que los trabajadores de la salud deben estar muy protegidos, con cubrebocas y caretas, muchos pacientes han salido de cuidados intensivos, sin conocer la cara de su médico; en casos así, “toda la magia de la expresión facial se puede perder”.
El especialista destacó además que las circunstancias de la pandemia han puesto a prueba muchos de los conocimientos y habilidades tradicionales de la profesión, y aunque algunos médicos se limiten en la atención cara a cara con sus pacientes, saben que el riesgo siempre está implícito en la profesión médica.
Todo este contexto está impactando en la formación de futuros médicos, destacó el fundador del Consejo Mexicano de Medicina Interna en el programa “La UNAM Responde”.
“Ahora no tienen la seguridad de acercarse a los pacientes, platicar con ellos, emprender el interrogatorio, la conversación, por lo que la falta de práctica en los ciclos clínicos se sustituyó por maniquíes y simuladores electrónicos; es “como aprender a nadar fuera de la alberca”.
En este sentido, subrayó que en el aprendizaje de la profesión se debe recalcar que la esencia de los trabajadores de la salud es buscar el bien del otro; y si bien “la medicina tiene un pie en la ciencia, el otro está en la humanidad, no hay duda”.
Otro reto para la telemedicina es la brecha digital, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, en México sólo 80.6 millones de las personas de seis años o más, hacen uso de Internet, lo que representa solo el 70.1 por ciento del total de la población.
Sin embargo, la relación de acceso a Internet por zona urbano-rural presenta una diferencia de 28.9 puntos porcentuales, ya que los resultados reflejan que un 76.6 por ciento en las zonas urbanas y 47.7 por ciento en las rurales.
C$T-GM