Más de 2.5 quintillones de datos se generan cada día, 80% no están estructurados
A nivel mundial, los costos evitables causados por errores médicos suman 500 mil millones de dólares anuales, cifra que podría reducirse de manera sustancial con el uso de sistemas computacionales capaces de entender, razonar y aprender información, elementos clave en la toma de decisiones.
En opinión de Martha González Pérez-Sandi, directora de Soluciones Cognitivas en IBM México, estamos frente a una una nueva ola de desarrollos tecnológicos que incorporan algoritmos de aprendizaje de máquina, razonamiento profundo y procesamiento de lenguaje natural, que dan comienzo a lo que se conoce como la era de la computación cognitiva.
“En el ámbito de salud, la computación cognitiva puede ayudar a un médico a procesar incontables investigaciones para encontrar revelaciones y conocimientos útiles y actuales, a una gran velocidad, para elegir el tratamiento ideal para un paciente determinado”.
En la actualidad, las herramientas de cómputo tradicionales pueden almacenar millones de datos, que van desde comentarios en redes sociales, literatura médica, hasta una imagen de resonancia magnética, dentro de un hospital; sin embargo, se requiere de una nueva generación de sistemas para realizar procesos analíticos que puedan derivar en información valiosa y accionable.
Si bien esta adaptación puede implicar una inversión importante, es fundamental sopesar si la reducción en mermas económicas ocasionadas por errores y el incremento en la calidad de los servicios, justifica el desembolso.
La industria de la salud atraviesa por una transformación total desde la perspectiva administrativa y regulatoria, hasta las facetas médica, cultural y formativa. Aunado a eso, la tecnología avanza a pasos agigantados y presenta nuevas alternativas para sortear los retos de salud que afligen a la sociedad.
De acuerdo con el estudio “A booster shot for health and wellness” (Una inyección de refuerzo para la salud y el bienestar) de 2015, del Institute for Business Value (Instituto para el Valor de Negocio) de IBM, son seis las fuerzas disruptivas que actualmente impactan al sector.
“Se habla de nuevos sistemas digitales, clientes empoderados, regulaciones más exigentes, alzas en el costo social de los servicios, escasez de profesionales preparados y los elevados precios del desarrollo de nuevos tratamientos”.
Mientras que, por un lado la incorporación de sistemas digitales ofrece un mejor proceso de captura, relacionamiento y monitoreo de información, por otro, se hace necesaria la definición de un nuevo modelo de operación que implica inversión económica, cambios en la gestión, preparación, cultura y forma de trabajo de los profesionales de la salud.
“Los sistemas digitales materializan el fenómeno de la digitalización de las interacciones entre pacientes y hospitales, registros médicos, expedientes clínicos, reportes de investigación, diagnósticos e incluso la telemática que se obtiene de sistemas de monitoreo para pacientes internados”.
Esta cadena de valor digitalizada genera un universo de datos de salud que crece aceleradamente y se convierte en el medio para capturarlos. Sin embargo, en la actualidad, se calcula que más de 80 por ciento de estos datos son inservibles si se procesan con sistemas de cómputo convencionales, porque no son capaces de leerlos.
La directiva refiere que de acuerdo con cifras del libro “Big Data” (2014) de Bernard Marr, cada día se generan más de 2.5 quintillones de datos, de los cuales 80 por ciento no están estructurados.
La definición del conocimiento, la creación de una plataforma común de datos, profesionales de análisis y, sobre todo, un cambio en la cultura organizacional, son los principales retos que debe sortear una organización que busca una transformación digital.
“Los Sistemas Cognitivos entienden, razonan y aprenden. Sólo serán útilies si el cuerpo médico tiene la disciplina de retroalimentarlos constantemente. Igualmente importante es que las campañas de capacitación digital permitan que los expertos aprovechen al máximo las herramientas”.
Otro aspecto interesante a revisar, señala la directora de Soluciones Cognitivas en IBM México, es el cambio que la conectividad digital y el acceso a Internet ha logrado en las expectativas de los pacientes. El usuario moderno busca tratamientos personalizados y económicos, pero podría parecer que estos dos conceptos se contraponen el uno al otro.
“Tendemos a pensar que lo personalizado es costoso, como lo masivo es económico, y nos es inconcebible formular un escenario en el que es posible producir servicios personalizados de forma masiva. La solución es una aparente paradoja”.
C$C-GM