Genera costos económicos y sociales
En 2016, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) documentó una verdad lapidaria. En México, trabajamos el mayor número de horas a la semana, pero tenemos los menores índices de productividad.
En estudios recientes, investigadores de la UNAM encontraron que 35 por ciento de la planta laboral mexicana padece adicción al trabajo, principalmente entre quienes tienen entre 29 y 48 años de edad. Peor aún, 85 por ciento de las empresas interpretan este trastorno con compromiso y efectividad laboral.
En opinión de la comunidad médica especializada en psicología, el uso de dispositivos móviles, redes sociales y aplicaciones a lo largo del día, incluso durante la noche, fines de semana vacaciones, y aún enfermos puede incrementar entre cinco y 20 horas de trabajo a la semana.
El “tecno-estrés” es el inicio y el fin de una larga cadena de padecimientos físicos y emocionales que lejos de ayudar a trabajadores y empresas, nos coloca en un escenario peligroso con los correspondientes costos económicos y sociales. Es claro que nos urge bajarle dos rayitas.
C$T-GM