Hasta hace un par de décadas, los soportes físicos eran la principal fuente de ingresos de la industria mundial de la música; hoy, esa realidad ha sido desplazada por la avasallante presencia de plataforma digitales como Spotify, que al tiempo que venden cuatro veces más que los CDs, vinilos o casetes, también son responsable del repunte de un mercado que se resiste a dejar de existir.
Datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) muestran que sólo en 2022, los servicios de música en streaming reportaron a la industria de la música grabada mundial ingresos por 17 mil 500 millones de dólares.
“Esto no sólo supuso un incremento de casi 5 mil millones de dólares con respecto a 2020, sino que sigue reforzando el papel de este segmento dentro del mercado discográfico”, refiere Statista.
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“Hace 20 años, la industria mundial de la música grabada ganaba su dinero con soportes físicos, pues Spotify y compañía aún no estaban a la vista. En cambio, en la actualidad, esta industria factura unas cuatro veces más con el streaming que con los CDs, vinilos o casetes. Las plataformas de streaming son, por tanto, responsables en gran medida de que la industria vuelva a crecer”.
Entretanto, el año pasado la venta de música física reportó a la industria musical global unos ingresos de 4 mil 600 millones de dólares, cantidad que representó un aumento de 800 millones de dólares con respecto a 2020, iniciándose una tendencia creciente tras la continua caída experimentada por este formato en los últimos tiempos como resultado del auge del streaming.
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