Necesario ofrecer experiencia laboral móvil y flexible.
El salario emocional, ese que va más allá de la retribución económica y que incluye opciones como la flexibilidad de horarios, home office, teletrabajo o la elección de plataformas de trabajo, es un factor decisivo para atraer y retener el capital humano joven perteneciente a la generación Z.
En México, refiere Martín Borjas, country manager de Citrix México, existen 40 millones de jóvenes que nacieron entre 1994 y el año 2010 que ya están dentro del mercado laboral, incluso cubriendo posiciones gerenciales.
La generación Z visualiza su jornada laboral a través de la alta tecnología y la hiperconectividad para ser productivos, consideran que compartir es la norma y no una invasión de la privacidad y esperan que las cosas «funcionen» a la primera, y si no lo hacen, buscan inmediatamente nuevas alternativas.
«Se podría decir que la clave para satisfacer las expectativas de esta generación será la flexibilidad y la adaptabilidad, y en particular dentro de su entorno de trabajo. Es poco probable que deseen estar atados a un trabajo de nueve a seis, cinco días a la semana».
En ese contexto, el factor clave para atraer y retener a este capital humano es sin duda el salario emocional, una de las principales tendencias en este 2019 que las empresas impulsarán mediante la implementación de un paquete de beneficios laborales que van más allá de la retribución económica.
«Todas estas ventajas están basadas en brindar a los colaboradores un mejor balance entre la vida profesional y personal junto con la agilidad y la flexibilidad que requieren. Cabe mencionar que las generaciones previas como los millennials y los X empezaron a considerar en los años anteriores la importancia de habilitar nuevas modalidades de trabajo para su productividad.
De acuerdo con el estudio “El trabajador digital: ¿qué busca y cómo trabaja?, realizado por Citrix en 2017, 71 por ciento de los trabajadores mexicanos consideró “muy importante” la flexibilidad laboral. Además, 83 por ciento de los empleados del país dijeron que prefieren un trabajo con horario flexible y que haciendo “home office” serían igual de productivos o más.
En opinión de Martín Borjas, las iniciativas relacionadas con el salario emocional conllevan la habilitación de espacios de trabajo digitales efectivos y seguros; en tanto que la flexibilidad del lugar de trabajo puede ser un verdadero triunfo tanto para los empleados como para el negocio.
Al permitir a las personas más libertad para elegir cómo, cuándo y dónde trabajan, las empresas también pueden abrir nuevas brechas en su perfil de seguridad debido al mayor uso de dispositivos móviles y personales y de redes públicas, así como un entorno digital más complejo que es más difícil de gestionar por parte del departamento de TI.
«En este punto, las tecnologías marcan la diferencia. Gracias a las soluciones de virtualización y colaboración se puede brindar un marco completo para la colaboración eficaz a distancia, sea cual sea la modalidad en la que he decidido trabajar el joven profesional como home office y el workshifting».
Satisfacer las necesidades, preferencias y expectativas cambiantes de las nuevas generaciones de profesionales a través de iniciativas como el salario emocional, constituirá un tema clave para la competitividad de las organizaciones, que para atraer el talento necesario deberán garantizar una experiencia laboral móvil, flexible y totalmente intuitiva.
C$T-GM