Sus sensores detectan temperatura y gases nocivos.
Aunque pareciera salido de una película de acción, el nuevo bebé de la desarrolladora y productora de sistemas robóticos, Sarcos, podrá hacerse camino en lugares a los que la mano del hombre no puede llegar o en espacios donde se pone en situación de riesgo a las personas envueltas en la maniobra, su intervención evitará pérdidas humanas.
A lo largo del tiempo, hemos sido testigos de incidentes en ambientes industriales y de otras índoles donde debido a la inhalación de gases tóxicos o las elevadas temperaturas en un lugar, los trabajadores y operarios ponen en riesgo sus vidas, situación que buscará ser eliminada por la firma estadounidense con su Guardian S.
La compañía americana se coloca en el radar de las operaciones sensibles, ya que el sistema robótico cuenta con cuatro cámaras que muestran imágenes reducidas en movimiento, así como sensores y conexión a la nube con las que podrá mostrar información del ambiente a través de la plataforma Microsoft Anzure.
Los sensores del sistema tienen la capacidad de registrar elementos del ambiente que incluyen calor, fugas, daños estructurales o humos tóxicos que al no ser apreciados por los sentidos humanos, pudieran tener consecuencias en la integridad de las personas alrededor.
“Vamos a mantener a la gente lejos de ambientes dañinos, en este caso, no estamos eliminando la mano de obra humana ya que es requerida para operar el sistema, creando un grado de separación seguro de locaciones peligrosas”, explicó Ben Wolff, co-fundador y jefe de Sarcos a través del blog oficial de Microsoft.
Con un peso de poco más de seis kilogramos, el robot y sus componentes están colocados en una cubierta de plástico, haciéndolo fácil de transportar hasta el lugar en donde se requiera detectar deterioro o anomalías.
De acuerdo con el Dr. Fraser Smith, presidente de Sarcos, han mantenido constante la percepción que las generaciones más jóvenes son inseparables de los controles de videojuegos, por lo que el Guardian S es maniobrado por medio de un mando similar al de las consolas a partir de una interfaz gráfica conectada de manera inalámbrica al robot.
Asimismo, el sistema cuenta también con un equipo de audio de dos vías, por lo que además de poder escuchar lo que la serpiente recibe, los operarios también tendrán la oportunidad de tranquilizar a las personas envueltas en la situación o entablar comunicación con ellas.
Y aunque no a cualquiera pudiera hacerle feliz que una serpiente hablante lo salve de una situación de peligro, el diseño del Guardian S fue realizado de esa manera para poder moverse hacia adelante, hacia atrás o de lado a lado, incluso por encima de las paredes gracias a su capacidad magnética.
C$T-EVP