“La única cosa comprobable, es la imagen”.
El “Reto Momo”, que comenzó como una historia sobre una cuenta de WhatsApp “embrujada” con el nombre de Momo y una imagen espeluznante de una cara distorsionada como avatar, es un engaño que se ha propagado de forma masiva principalmente por el instinto de protección de los padres y la amplia cobertura que ha tenido el tema en medios de comunicación.
De acuerdo con Sophos, firma especializada en ciberseguridad, la imagen protagónica de esta leyenda urbana corresponde a una escultura llamada Momo (madre pájaro), hecha por una compañía de efectos especiales y expuesta en la Galería Vanilla en Tokio, Japón.
“La foto es mucho más inquietante cuando se corta para mostrar sólo la cara y esa es la imagen que más a menudo se asocia con Momo. Los usuarios que intentaron ponerse en contacto con la cuenta de WhatsApp de habla hispana fueron ignorados en su mayoría pero ocasionalmente ‘recompensados’ con respuestas en forma de insultos e imágenes perturbadoras”.
En un video de julio 2018 llamado “Explorando la situación Momo”, el YouTuber ReignBot echó un vistazo al desafío y concluyó que “lo de Momo es mucho más parecido a una leyenda urbana en este momento. Mucha gente está opinando sobre lo que es Momo y lo que hace, pero realmente no muchas personas han interactuado con la cuenta. Encontrar capturas de pantallas de las interacciones con Momo es casi imposible”.
El “Reto Momo”, señala Sophos, parece haber mutado de una historia sobre una cuenta de WhatsApp a un nuevo nombre para una leyenda urbana completamente diferente llamada el “Desafío de la Ballena Azul”, una historia sobre un juego en el que los participantes tienen que realizar actos de auto-daño, antes de ganar al cometer suicidio.
“En ambos casos es importante tener en cuenta que el fenómeno no es el juego, que nunca existió, sino las historias sobre el juego. La más reciente mutación a la idea del “Reto Momo” parece haber ocurrido en la última semana: que el Reto Momo está apareciendo en medio de videos de YouTube que a los niños les gustan como Peppa Pig y Fortnite”.
En opinión de los especialistas de Sophos, la única cosa comprobable y real en toda la historia de Momo, que parece haber impulsado su viralización, es su imagen.
Para evitar propagar el engaño, Sophos recomienda que si bien es comprensible que la gente quiera avisar a otros cuando ocurren situaciones que ponen en riesgo a sus seres queridos, es conveniente ser precavido y certero en cómo compartir la información recibida para que no sea contraproducente.
Esto es de suma importancia pues la atención que se le da a este tipo de fenómenos en medios de comunicación tradicionales y digitales aumenta la posibilidad de copycats o de estafadores que lo utilizan para crear ataques de ingeniería social; frente a ello es fundamental evitar abrir archivos por mail o mensajes relacionados con el tema.
En caso de tener hijos menores de edad, se recomienda que los adultos se interesen por conocer la actividad que los niños realizarán en línea y cuidar el tiempo que le dedican a esta tecnología, así como habilitar controles parentales.
Cuando los adultos permiten que los menores de edad accedan a plataformas de videos como YouTube, es importante que examinen los autores previamente, que procuren suscribirse a sus canales y que los acompañen mientras miran los videos.
“Los adultos y los menores de edad están frente a distintos peligros en línea todo el tiempo. Hay demasiados para lidiar caso por caso y conseguir la ciberseguridad correcta, no se trata de hacer una sola cosa, es un proceso integral”.
C$T-GM