Este año, las instituciones financieras enfrentarán la creciente adopción de soluciones basadas en la nube, la automatización de procesos, el creciente uso de la Inteligencia Artificial en los procesos y la implementación del llamado open finance, para abarcar a un mayor número de usuarios, todo ello, con marcos regulatorios más estrictos “donde las normativas están en desarrollo”.
Al presentar un panorama de cómo se espera el 2025 para la industria financiera de América Latina en el contexto de la economía digital, la compañía Simetrik, especializada en optimizar la gestión financiera de todo tipo de empresas, señaló que las principales tendencias se dirigen hacia la digitalización, regulación y la creciente necesidad de modernizar la infraestructura, para mantenerse competitivos.
“La economía digital requiere un enfoque renovado en automatización, integración de nuevas tecnologías y cumplimiento normativo”, donde las empresas financieras deben ser ágiles en la implementación de nuevas tecnologías para mejorar su eficiencia operativa y reducir costos, tema en el que la Inteligencia Artificial se presenta como un habilitador clave para optimizar procesos de reconciliación y planeación financiera, si bien, se requiere la homologación de grandes bases de datos.
En materia de regulación, este análisis indica que los marcos regulatorios se están volviendo más estrictos y por eso las empresas financieras y sus proveedores de tecnología, deben reforzar sus capacidades de cumplimiento “en especial en mercados como América Latina, donde las normativas aún están en desarrollo”.
Otra de las tendencias importantes es el llamado open finance, (finanzas abiertas, en español) que está ganando terreno en mercados como México, Colombia y Brasil, donde se está convirtiendo en motor de la inclusión financiera, pues permite a los usuarios acceder a más productos, pero al mismo tiempo impone diferentes retos.
El documento también indica que “a nivel global, el cambio hacia sistemas de pago más rápidos y eficientes está en pleno auge”. Las monedas digitales, impulsadas por la experimentación de los bancos centrales y la adopción de nuevas tecnologías, están redefiniendo la forma en que las empresas y los consumidores realizan transacciones.
Respecto a los pagos instantáneos, éstos no solo mejoran la eficiencia, sino que también brindan la posibilidad de integrar nuevas formas de pago, como criptomonedas, que están siendo cada vez más aceptadas entre empresas y consumidores.
Este ambiente impone retos importantes a la industria financiera global y específicamente a la de América Latina. Alguno de los más significativos es modernizar sus sistemas y plataformas heredadas, ya que depender de tecnologías obsoletas incrementa los costos operativos y obstaculiza la capacidad de Innovación.
Por ello, “las empresas deben invertir en infraestructuras tecnológicas escalables y basadas en la nube que les permitan innovar rápidamente y reducir los costos de mantenimiento”, lo cual será un desafío importante para el siguiente año.
Asimismo, es necesario superar la presión regulatoria, pues en general se observan normativas cada vez más complejas, que requieren nuevas formas de respuesta.
Por otra parte, en el entorno de creciente aceleración, las empresas deben consolidar sus procesos financieros y capacidad de análisis de datos y para ello son cruciales la integración de sistemas y la centralización de la información financiera, pues sólo así se puede garantizar la transparencia en las operaciones y facilitar la toma de decisiones estratégicas.
C$T-GM