Jóvenes pueden sentirse «invisibles».
Los adolescentes de entre 13 y 17 años de edad han crecido junto a Instagram y Snapchat, hacen sus tareas en Google Classroom, encuentran apoyo emocional en foros online, comparten poesía en Tumblr, y es poco probable que prefieran decir “Te quiero” en persona.
Para este segmento de la población, las redes sociales van más allá de ser un medio de comunicación con amigos y familiares, pues de acuerdo con el reciente estudio de Common Sense Media,
«Social Media, Social Life: Teens Reveal Their Experiences», 27 por ciento de los adolescentes entrevistados afirmó que su vida social podría «arruinarse» si no tuvieran acceso a estas plataformas.
Como testigos o partícipes, las redes sociales son espacios en donde se desarrollan diversos tipos de «dramas digitales» en donde los adolescentes enfrentan situaciones como la exclusión de conversaciones o de convivencia en espacios físicos como fiestas y reuniones.
«Si hay una fiesta a la que no estás invitado, estos medios lo hacen saber de una manera visceral. Poco menos de la mitad (47 por ciento) de adolescentes que usan las redes sociales dicen que a veces se sienten excluidos después de ver fotos de sus amigos en algo a lo que no fueron invitados».
El estudio muestra que las niñas son más propensas que los niños a experimentar esta sensación de ser «invisible» en las redes sociales (54 por ciento frente a 39 por ciento); en tanto que por raza, la población blanca tiende más a esta idea (52 por ciento), contra sólo 38 por ciento de los afroamericanos y los adolescentes hispanos o latinos, que presentaron un porcentaje similar.
«Una persona puede decir algo desagradable de otra persona, las personas pueden tomar partido, y las cosas pueden escalar. El ‘drama’ puede tener lugar ‘en la vida real’ -parejas rompiendo, amigos haciendo amigos, pero las expresiones de dolor y enojo ocurren en línea».
Frente a este escenario, señala el estudio, seis de cada 10 jóvenes de entre 13 y 17 años decidió tomar un descanso de las redes sociales para alejarse del «drama digital»: 12 por ciento dijo que lo ha hecho «muchas veces», 22 por ciento «pocos veces, y 27 por ciento «una o dos veces».
El estudio realizado a través de más de mil 100 entrevistas a adolescentes entre 13 y 17 años en Estados Unidos, mostró también que para 25 por ciento las redes sociales son espacios en donde se sienten menos solos (en comparación con sólo el 3.0 por ciento que dice que los hace sentir más solos).
El 18 por ciento reconoció que estas plataformas los hace sentir mejor consigo mismos (en comparación con el 4.0 por ciento que señaló que los hace sentir peor); y el 16 por ciento afirmó que las redes sociales los hace sentir menos deprimidos (en comparación con el 3.0 por ciento que aseguró que los hace sentir más deprimidos).
«Es una buena noticia que los adolescentes piensen esto, pero aún así es importante verificarlo. Los padres deben hacerles preguntas abiertas sobre sus vidas en las redes sociales: ¿qué está bien?; ¿Qué no es tan bueno? ¿Qué desearías cambiar?. Las redes sociales son solo un factor que puede contribuir al bienestar general de los niños», dijo Caroline Knorr, editora de Common Sense Media.
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