Sitúan a México en el segundo sitio en AL.
Con alrededor de 300 emprendimientos y un nivel diverso de desarrollo de las empresas denominadas Fintech, México fue considerado el segundo país de América Latina en impulsar el crecimiento ordenado de este sector y establecer disposiciones legales para elevar la inclusión financiera en el mercado interno, un reconocimiento presentado durante la más reciente reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), en Bali, Indonesia.
El reporte “Fintech para una inclusión financiera, un marco para la transformación digital y financiera”, destaca que con la regulación secundaria de la
En el documento se resalta que el gobierno mexicano emitió reglas para la operación de instituciones de financiamiento colectivo, instituciones de fondos de pago electrónico, operación con activos virtuales, interfaces de programación de aplicaciones y el denominado Sandbox regulatorio, es decir un esquema mediante el cual las entidades reguladas y no reguladas prueben modelos novedosos.
Las disposiciones publicadas establecen requisitos mínimos que deben cumplir las Fintech interesadas en operar en el mercado mexicano como contar con requerimientos de capital mínimo, continuidad operativa, límite de financiamiento a la inversión, mandatos o comisiones de clientes, contabilidad e información financiera, prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, programas de autocorrección y requisitos de solicitudes de información que formulen autoridades.
Uno de los temas relevantes analizados en las más reciente reunión del FMI y el BM, fue el relacionado con los servicios bancarios a través de las nuevas empresas de tecnología financiera (Fintech), en donde también se presentó una clasificación internacional en la cual México fue situado en el segundo lugar en América Latina, superado por Brasil, con alrededor de 300 emprendimientos, con nivel diverso de desarrollo.
Acercar servicios financieros a sectores desatendidos por el sistema tradicional; mayor diversidad y nuevos canales de distribución de estos servicios; mecanismos de conciliación y arbitraje para la resolución de controversias; evitar la preferencia por alguna tecnología en particular; mitigar el riesgo de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo (estándares mínimos de identificación del cliente); y dictar un marco general de autorización de operación son principios básicos bajo los cuales debe operar el sector Fintech.
Fijando como premisa la protección de los usuarios y la forma idónea de resolver las quejas y denuncias presentadas, la Ley Fintech remite a la Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros, otorgándole las mismas facultades en materia de transparencia, conciliación y arbitraje, señala un reporte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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