También para luchar contra empresas fantasma y lavado de dinero
En México la pobreza es uno de los problemas más graves, por lo cual resulta inexplicable que la dispersión de apoyos sociales para mitigar esa adversidad se realice en su mayoría, sin el apoyo de tecnologías que permitan autenticar la identidad de los beneficiarios, lo que propicia la existencia de profesionales dedicados a sacar dinero de las arcas del gobierno.
En el mundo hay muchas soluciones para poner en marcha un sistema de Identidad Digital, en la India fue un ministro con todo el poder suficiente para convencer a todos y poner en marcha esta iniciativa, la cual le llevó 10 años concretarla, explicó Gueorgui Nikolov Popov, Vicepresidente de la Asociación de Identidad Digital en México (IDMX).
En México, dijo, se carece de un sistema similar, pero es el gobierno el responsable de poner en operación una iniciativa que empiece por crear una identidad «fundacional» (que inicia al nacer un individuo) por lo que es el Registro Nacional de Población (Renapo) el responsable de emprender la constitución de un sistema de Identidad Digital.
«Se trata de una institución creada para eso, tiene un artículo transitorio desde 1992 que señala que es la institución responsable de crear una identidad, pero en tanto no se genere, la identificación del Instituto Nacional Electoral ha servido identificación oficial, situación en la que estamos desde hace 27 años», explicó.
Existen múltiples ejemplos de naciones que han desarrollado sistemas de este tipo, Estonia, Suecia, India, Canadá o Nigeria mercado, este último, con 300 millones de personas donde la Identidad Digital se creó por iniciativa de los bancos, para combatir el lavado de dinero y el robo y suplantación de identidad, un problema de magnitudes similares a las que hay en México.
En la India iniciaron al revés, primero se creó una base de identidad, de apoyos sociales y al final obligaron a los bancos a incorporarse poniéndoles como fecha límite el 31 de diciembre de 2017, para que cada cuenta estuviera asociada a una identidad digital.
En México la creación de la Identidad Digital ayudaría a combatir en forma más eficiente, el robo de identidad, la existencia de empresas fantasma, el lavado de dinero, la extorsión, problemas con aseguradoras, comercialización autos robados, y por supuesto la dispersión de apoyos sociales para evitar casos de sorpresa.
En marzo de este año el gobierno federal inició la entrega de apoyos sociales a una base de 400 mil beneficiarios con el auxilio de autenticación de identidad con biométricos, el resultado fue que del total de la muestra, 150 mil de inmediato dejaron de cobrar esa ayuda, pese a que en los últimos años lo habían hecho recurrentemente, lo que demostró que existen profesionales dedicados a sacar dinero de las arcas del erario.
La pobreza en México es un grave problema, en 2016 las estadísticas señalaban que 53.4 millones de mexicanos vivían esta condición, aún más grave es que 9.4 millones presentaban condiciones de pobreza extrema, mientras que el Banco Mundial estimó que 50.6 por ciento de la población en México, vivía con menos de dos dólares al día.
Esta realidad propició que el gobierno de México hasta diciembre de 2018, operara 6 mil 500 programas sociales en los tres órdenes de gobierno, de ese total 147 tuvieron carácter federal, con diferentes apoyos, a veces en dinero, otros en especie como alimentos, materiales de construcción, medicamentos, alimentos, becas educativas y otros que surgen ante situaciones catastróficas o de emergencia.
Aunque su sentido social no es cuestionable, sus esquemas de distribución dejan mucho que desear pues se carece de un padrón único, cada programa maneja uno distinto, las conciliaciones son lentas con mucho papeleo, y carecen de tecnología que permita realizar una autenticación de la identidad, para tener la certeza de que el beneficiario es «quien dice ser».
Hay corrupción, claro que hay corrupción eso no está en duda, por ello es importante que Hacienda mantenga lo que se está haciendo bien e inicie a dispersar recursos sociales de mejor manera, es decir, con el apoyo de tecnología existente como son los biométricos.
En el caso de la India el costo del sistema de identidad digital lo absorbió el gobierno, emitió un estándar bajo el cual, el resto de los agentes debieron de subirse al sistema.
El control y la responsabilidad de tener a buen resguardo los datos de todos los ciudadanos, en una primera etapa (la fase fundacional) es del gobierno, pero una vez completada esta fase, por temas de privacidad, no se debe compartir con otras instituciones, que son responsables de incorporar otras identidades funcionales.
El registro del SAT para el ambiente fiscal, la identidad del INE para lo electoral, la del IMSS vinculada a los servicios de salud, las Afores para el tema del retiro, el de la banca para la vida financiera del individuo, todas ellas identidades funcionales, pero todas bajo un marco de interoperabilidad basada en una identidad fundacional.
C$T-EVP