México podría colocarse a la vanguardia de la gobernanza de la Inteligencia Artificial (IA) en el mundo y ser la punta de lanza para América Latina en el debate global, siempre que se desarrolle un modelo propio con enfoque de derechos humanos, articulado con las mejores prácticas internacionales y se adopte una postura proactiva y ágil para la regulación.
Al presentar el documento “¿Cómo construir la gobernanza de la Inteligencia Artificial? Recomendaciones para México”, Elena Estavillo, directora del Centro i para la Sociedad del Futuro, se dijo convencida de que el país puede dar el salto para participar en la primera línea de este debate a nivel internacional.
Explicó que para construir este documento, se analizaron numerosos modelos que están vigentes en distintas partes del mundo, a la luz de criterios como complejidad jurídica y legislativa, organizacional, nivel requerido de coordinación, profundidad de conocimientos, presupuesto, autonomía y riesgos políticos, entre otros.
Por cada tipo de modelo (super regulador especializado, nuevas facultades a autoridades existentes, mecanismos formales de colaboración; distribución multipartita de facultades; consejos asesores o consultivos), se aplicó un sistema de semáforo” en los criterios descritos, para graficar qué tan viable pareciera aplicar el modelo en México.
El documento muestra muy claramente la viabilidad de los modelos y por qué es importante establecer un diálogo abierto entre autoridades, industria, academia y sectores sociales, si se quiere llegar a una gobernanza eficiente de esta tecnología, cuyo avance vertiginoso exige flexibilidad en la regulación.
Todos los elementos que deben tener el diseño institucional de la gobernanza, incluyen una instancia coordinadora, un modelo multipartita y un marco legal de regulación ágil, deben quedar establecidos dentro de una ley, pero las regulaciones específicas, deben estar por fuera de esa legislación, pues de lo contrario sería muy lento y difícil hacer cambios y el país se quedaría atrás muy pronto.
Elena Estavillo recordó que los modelos de IA “en su mayoría no reflejan la realidad del paísn porque están creados en otras latitudes y en otros idiomas”, y por eso es importante que su regulación responda a los intereses nacionales, pero sin desligarse de lo que pasa en el resto del mundo, porque se correría el riesgo del aislamiento.
Insistió en la relevancia de la regulación ágil, porque con la velocidad del cambio tecnológico, resulta casi imposible seguirle el paso con mecanismos legislativos clásicos, que implican que un cambio en la ley pueda llevar meses o años.
En todo caso, tener como guía principal los derechos humanos es fundamental, pues así se garantiza que la regulación sobre los usos de la tecnología y no de la tecnología misma, sirve para el desarrollo social, económico y personal de los mexicanos, bajo principios éticos.
A su vez, Alejandra Lagunes, coordinadora de la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA), señaló que si bien las empresas, la sociedad y la academia son partes centrales de la gobernanza de la IA, el gobierno también es una pieza fundamental, pues “si no está en la conversación, la mesa se cae”.
“La agenda relacionada con la IA ya no es solamente técnica; es parte de la política, es global y transversal y por eso es importante la recomendación del estudio del Centro i, en el sentido de tener en cuenta las tendencias mundiales de esta materia, para no quedarse atrás”.
Señaló que es urgente una regulación nacional, pues ya varios estados empiezan a regular de manera independiente, lo cual “prende focos rojos en la gobernanza”, pues fragmenta los resultados y puede generar problemas de coordinación muy severos.
De hecho, indicó, hace falta tomar acciones porque en el Congreso de la Unión ya hay 115 iniciativas de ley y al menos 34 puntos de acuerdo que buscan regular de una u otra manera la IA, en su mayoría sin un conocimiento claro de la materia, lo que demuestra la popularidad del tema, pero no la precisión con la que se pueda abordar.
Por otra parte, destacó el serio déficit de talento, donde 75 por ciento de las empresas en México dicen que no encuentran personas preparadas para el tema, en tanto en los próximos dos años, la mitad de los empleos en el mundo cambiarán radicalmente por esta tecnología, lo que muestra la urgencia de tomar acciones.
“No perdamos la oportunidad de que México sea líder en la gobernanza de la Inteligencia Artificial y que estemos sentados en la mesa global de las discusiones”.
C$T-GM