En México las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) representan un eslabón muy relevante en la cadena productiva, su operación cubre un porcentaje importante de las necesidades de abasto que requieren las grandes empresas, además de ser generadoras de un apreciable volumen de la oferta laboral en el país, de ahí la importancia de consolidar su operación a través de una efectiva integración al proceso de transformación digital que enfrenta el país.
Su importancia es tal, que las grandes compañías se han cuestionado qué pasaría si en la cadena productiva no estuviera presente una Pyme en la última milla de su operación, lo que explica por qué las compañías suelen acompañar el desarrollo de este segmento productivo con entrenamiento, consejos, infraestructura; e incluso con soporte para su transformación”, explicó Óscar Banda, Vicepresidente y director General de Marketing B2B en AT&T México.
En México, este segmento productivo representan 4.9 por ciento de los establecimientos formales y concentra más del 30 por ciento del empleo; sin embargo, en el periodo crítico de la pandemia desaparecieron 2.7 millones de negocios, la mayoría Pymes, lo que marcó la urgencia de adaptar estas unidades a la nueva realidad donde la conectividad y diferentes soluciones tecnológicas se han convertido en el nuevo estándar.
Esta fase crítica también generó un problema de percepción entre las empresas de menor tamaño, pues se pensó que las Pymes requieren de una amplia base tecnológica para insertarse de golpe al proceso de la transformación digital, lo que exigiría grandes inversiones en un ambiente de crédito escaso y caro, y un entorno global macroeconómico adverso.
“Sin embargo, esta transformación no tiene que ser brusca. Para alcanzar este objetivo ambicioso, no es necesario que una Pyme tenga una base tecnológica, sino sólo comprender que la transformación digital es clave para su crecimiento”, explicó el especialista.
Un proceso de transformación digital será mucho más fácil y efectivo para una Pyme si atiende este tema dividiendo los procesos de su cadena de valor, es decir, en lugar de pensar en el cambio global llevarlo a cabo por eslabones, lo que significa ejecutarlo por separado en compras; registro y gestión de inventarios; producción; ventas; distribución; cobranza; atención al cliente y nómina, así como gestión administrativa.
“La transformación digital se trata, por lo menos en un inicio, de abrir las puertas a nuevos clientes, incorporar un pensamiento disruptivo e innovador en la operación y automatizar, poco a poco los procesos. Son muchos los obstáculos que encontrarán, pero aquí es donde entra el apoyo que grandes empresas que pueden ofrecer a las más pequeñas para potencializar su alcance y llevarlas al siguiente nivel, con lo cual ganan todos”.
En general las unidades productivas están cambiando gracias a la tecnología, lo que permite no sólo transformar sus filosofías, modelos y sistemas internamente bajo el objetivo de poner al cliente al centro de todas sus experiencias, sino también adaptarse a una cadena de valor que opera cada vez más en un entorno digital tanto en lo doméstico como lo global, y que pronto será la única manera de mantenerse vigente.
Para el director General de Marketing B2B en AT&T México, es importante recordar que la digitalización dejó de ser una posibilidad, para convertirse en una necesidad, las Pyme que adopten este proceso, tendrán una ventaja competitiva, pues esto que ha iniciado en algunos eslabones, pronto se hará en toda la cadena y todas las industrias, para beneficio de la economía digital en su conjunto.
C$T-EVP