Más que satanizar el uso de la tecnología en edades tempranas, el nuevo paradigma debería centrarse en promover una interacción sana, segura, además de responsable en ambientes digitales donde 63.3 por ciento de la población de seis a 12 años en México accede a través de cualquier dispositivo.
“Aunque suene controvertido, ahora enseñamos a nativos digitales y es importante considerar qué tanto acceso tienen a tecnología en cuestión formativa, en utilizar las plataformas sociales para comunicarse y construir redes de colaboración, además del entretenimiento”, manifestó Carolina Sosa, especialista en desarrollo pedagógico de la asociación civil Educación para Compartir (EpC).
Cifras de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, muestran que 28 por ciento de los niños mexicanos hacen uso de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea y que entre las plataformas disponibles destacan WhatsApp con 19.7 por ciento, Facebook con 13.7 por ciento y YouTube con 9.9 por ciento.
En entrevista con ConsumoTIC, la especialista refirió que la asociación EpC tiene entre sus tareas fomentar el civismo digital desde nivel primaria, aunque es consciente de que niños y niñas incluso más pequeños ya interactúan con estos dispositivos.
Para Carolina Sosa, la clave más que en el aparato, está en el contenido; es decir, en lo que se le ofrece a esta audiencia y que va más allá de normativas de edad, porque si es menor a 15 años, el uso de redes sociales ameritaría el acompañamiento de un adulto.
“El proyecto de civismo digital se acota a educación primaria porque este segmento ya tiene un acercamiento razonado con los dispositivos y si ya ocurre, se trata de analizar cuál sería la mejor manera de hacerlo de forma responsable, segura, porque este uso forma parte de sus derechos tanto en el mundo real como en el virtual, de sus e-derechos”, enfatizó.
Esto, señaló, debe hacerse desde tres frentes: los docentes, madres y padres, así como los propios menores; se trata de una corresponsabilidad. Y es que no es extraño ver que los adultos encargados de la crianza muchas veces desconocen los llamados e-derechos, pero corresponde a su obligación estar pendientes y proteger a los menores sobre lo que consultan en la red.
En opinión de Sosa, las personas que forman parte de este contexto infantil, deben apoyar para practicar y ejercer los derechos digitales, al igual que los presenciales convencionales, no solamente en la parte de informar, sino en cómo ser pro activos e impulsarlos a ejercer su participación en el mundo digital y que desarrollen otras competencias.
Cabe recordar que desde febrero de 2004, se conmemora el Día Internacional para una Internet Segura, donde se recuerda un decálogo con los derechos y deberes relacionados con las TIC, y tiene como objetivo promover en todo el mundo un uso responsable y seguro de las nuevas tecnologías, especialmente entre menores y jóvenes.
Al respecto, indicó posturas de papás y docentes que consideran que la tecnología no debería utilizarse para jugar, pero resulta que es parte de sus derechos; tener acceso recreativo y lúdico en cuestión de entretenimiento, es solo saber cómo regular las herramientas.
“Es importante saber usar la tecnología para involucrarse y fomentar un bienestar integral en los niños, porque tienen derecho a acceder a información y contenido siempre que no vulnere su seguridad y que les permita desarrollar sus habilidades o sus intereses”, apuntó.
En este marco, Educación para Compartir promueve el civismo digital a través de cuadernillos para difundir valores en entornos virtuales, así como el uso responsable y seguro de las tecnologías de la información. En noviembre pasado, se presentó este proyecto co-creado por la organización en conjunto con la telefónica AT&T y la Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (AEFCM).
La idea es mostrar que existen tanto beneficios como riesgos al utilizar los recursos digitales con material de apoyo didáctico y con la metodología de EpC para que niñas y niños de educación primaria reconozcan conceptos y situaciones en páginas web y redes sociales.
El cuadernillo físico y virtual de Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dirigido a alumnos de sexto de primaria de la Secretaría de Educación Pública (SEP), está basado en la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.
Esta sinergia con la autoridad educativa, de la Ciudad de México y la empresa de servicios de telecomunicaciones, resaltó, es benéfica y un caso de éxito, porque se trata de una trabajo intersectorial que puede replicarse para insistir en la formación ciudadana y digital.
Respecto a otras iniciativas con similares propósitos, Sosa mencionó Enciclomedia y Aprende MX, que han intentado impulsar las habilidades digitales desde múltiples enfoques. “En las aulas puede haber programas y contenidos, pero el conflicto viene cuando no hay equipamiento o no hay Internet; hay buenas iniciativas, pero a veces no hay suficientes recursos”.
“Creo que hemos evolucionado tanto que ahora podemos decir no solamente identifico qué necesidades hay, sino también como organización de la sociedad civil, quiero sumarme y contribuir desde mis conocimientos”, añadió.
A la par de los referidos cuadernillos, EpC trabaja en tres guías de orientación pedagógicas para docentes encaminadas a definir conceptos y cómo abordarlos, además de promover al interior de los colectivos escolares sus procesos internos para generar iniciativas propias.
Sobre este punto, hizo énfasis en la necesidad de actualizar al sector docente respecto a la integración de la tecnología en las aulas, en cómo utilizar aplicaciones para la resolución de contenidos académicos, por ejemplo.
No obstante, reconoció los esfuerzos de los maestros para acompañar a sus estudiantes en el uso de la tecnología en plena crisis sanitaria: aunque decían que carecían de capacitación para llevar una clase en línea, ellos mismos fueron auto formándose.
“Aunque por mucho tiempo se dijo que la tecnología iba a sustituir a los profesores, realmente no sucederá; siempre será necesario este acompañamiento humano. De igual forma, es importante entender que muchas aplicaciones y herramientas digitales pueden eficientar procesos de enseñanza, que además responden a los intereses de las generaciones actuales”, concluyó.
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