Pese a que la pandemia de COVID-19 aceleró la transformación digital y potenció nuevas modalidades de trabajo, Latinoamérica y el Caribe recién incursionan en un ecosistema que facilita la intermediación entre demandantes (clientes) y oferentes ( e-lancers) que pueden estar en la misma ciudad o del otro lado del mundo, generando ingresos de manera virtual.
El denominado E-Lancing tiene potencial para fomentar la inclusión laboral de jóvenes, mujeres, migrantes, personas con discapacidad y otros grupos que tradicionalmente enfrentan barreras para encontrar trabajo, de acuerdo con el reporte E-Lancing en América Latina y el Caribe, ¿Cómo conectar el talento digital con oportunidades globales?, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Aunque esta modalidad, que consiste en realizar trabajo independiente a través de plataformas digitales que conectan a los trabajadores con clientes, es una opción viable para generar ingresos en países con dificultades para crear empleos, la región de AMérica Latina y el Caribe es una de las menos conectadas con este ecosistema.
En 2017, Argentina y Brasil eran los únicos representantes de la región entre los 20 países con más e-lancers trabajando para empleadores en Estados Unidos en Upwork; una de las plataformas de trabajo remoto más conocidas.
Datos más recientes muestran que Jamaica es el país con mayor oferta de e-lancers por habitante, mientras que en términos absolutos, Brasil, México, Colombia, Argentina y Venezuela son los países con mayor número de personas e-lancers.
Este estudio del BID, resultado de un programa piloto en El Salvador para entender cómo conectar a los jóvenes de la región en habilidades para el trabajo en plataformas digitales, revela también que los trabajos relacionados con el E-Lancing han sido resilientes a la inestabilidad económica causada por la pandemia de COVID-19.
Es así que entre enero y marzo de 2020 registraron un crecimiento exponencial por la digitalización de los servicios, de hecho, las descargas de este tipo de plataformas se incrementaron 30 por ciento en América Latina y el Caribe.
“Se podría decir que esta fuente de ingreso ha funcionado como una especie de seguro de desempleo para que las personas que perdieron su trabajo en la crisis puedan continuar generando ingresos”, añade la investigación.
Para enero de 2021 existían al menos 237 plataformas de distintos tipos para profesionales independientes, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Respecto a los perfiles en E-Lancing, en sus plataformas, la gran mayoría de la demanda está relacionada con el desarrollo web y la creatividad. Otras ocupaciones con alta demanda son las vinculadas con la escritura, traducción, ventas, y mercadeo.
En términos de habilidades, las más demandadas tienen que ver con el desarrollo web y diseño, seguidas del dominio de idiomas y aquellas relacionadas con atención al cliente.
Las tendencias del primer trimestre de 2021 indican incrementos en la demanda de profesionales en tecnología blockchain, inteligencia artificial, desarrollo de aplicaciones móviles y sitios web. Asimismo, se observa un repunte de áreas que se habían visto afectadas por la pandemia de COVID-19, como atención al cliente y call centers.
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