Mexicanos crearon necesidad a partir del deseo.
En un mundo hiperconectado en el que cada minuto se suben a internet un millón 209 mil 600 archivos de imagen y en el que para millones de personas la conservación de fotografías en formatos físicos es cosa del pasado, una empresa mexicana creó un modelo de negocio que apuesta por convertir los momentos importantes en objetos de arte.
«Cuando creamos Pecxel pensamos en dar la oportunidad a las personas de crear algo que se viera muy bien en cualquier lugar y que lo pudieran personalizar. A nosotros nos gustan mucho los legos, y pensamos en crear un sistema que permitiera convertir una fotografía en bloques, con un formato personalizado en cuanto a color y tamaño», dijo Braulio Valenzuela, gerente de marketing de Pecxel.
Un Pecxel es una pieza que se compone de bloques similiares a los Lego creada a partir de una fotografía con tamaño y color personalizable; el armado se realiza como si fuera un rompecabezas por el propio usuario quien lo recibe en máximo tres días en la Ciudad de México y hasta en siete en el interior de la República.
«Sabemos que hay imágenes que forman parte del día a día como la fotografía que se toma en la calle porque ya florecieron las jacarandas y en ese sentido son fugaces, pero hay momentos que merecen ser conservados, no estamos en contra de que la gente guarde millones de imágenes en sus teléfonos, sino más bien buscamos darles la oportunidad de capturar por siempre los momentos que les son significativos».
En entrevista con Con$umotic, el directivo de la empresa que inició operaciones de manera formal el pasado 9 de marzo dijo que 60 por ciento de sus usuarios tiene entre 24 y 34 años de edad, 20 por ciento está en el rango de 34 a los 44 años y otro 20 por ciento tiene entre 18 y 24 años.
«Las grandes capacidades de almacenamiento que tienen los dispositivos en la actualidad hacen que las personas guarden miles de fotografías pero sólo algunas son especiales, aún así les cuesta mucho decidir qué fotografía desean convertir en Pecxel».
Valenzuela añadió que al ser las redes sociales los principales canales de difusión y comunicación con los clientes potenciales, es natural que los clientes potenciales sean jóvenes; sin embargo, el armado de la pieza es una actividad lúdica que puede reunir a las familias.
«En México no existe un modelo similar. Las redes sociales ayudan a impulsar el producto pero en realidad la gente se interesa cuando sus amigos lo empiezan a compartir, en nuestro caso la necesidad nace del deseo de ver un producto original».
Si bien Pecxel opera en México ya inició campañas en difusión en ciudades de Estados Unidos como San Francisco, Los Ángeles, Nueva York, Phoenix y Bostón desde donde recibe retroalimentación y pedidos de clientes que se interesan por un producto poco convencional.
C$T-GM