Necesario invertir en educación especializada.
La infancia y la adolescencia son las etapas más creativas del ser humano, y cuando se tiene la condición de ser una persona sobredotada, el potencial innovador y emprendedor es mayor; sin embargo, esta población enfrenta barreras impuestas por los estereotipos y un sistema educativo especializado incipiente.
«Se tiene la idea de que el emprendedurismo es una actividad que se debe desarrollar hasta la edad adulta, pero si un niño sobredotado puede entender temas de nivel universitario a los ocho o nueve años, por qué no ayudarlos a desarrollar sus ideas», dijo Andrew Almazán Anaya, director del Departamento de Psicología e Investigación del Cedat.
Por ello, en 2017 el Centro de Atención al Talento (Cedat) especializado en niños sobredotados, inició un proyecto de impulso al emprendedurismo infantil que otorga a los menores las herramientas educativas necesarias para identificar ideas que en un futuro puedan convertirse en negocios viables en términos sociales y económicos.
«Se trata de romper el mito de que para poder emprender se tiene que haber acabado la licenciatura, cuando realmente las ideas innovadores llegan antes. Eso nos ha fallado en México porque en países como China, Alemania y Estados Unidos, las ideas innovadoras se trabajan desde la secundaria y preparatoria».
Los talleres de emprendedurismo del Cedat buscan incentivar la generación, desarrollo y potencial de una idea innovadora a partir de clases presenciales con profesores que los guian en analizar como pueden convertirse en un futuro en proyectos capaces de atender o resolver un problema en la sociedad.
Para el especialista, el entorno emprendedor en donde sólo uno de cada 20 proyectos se convierte en una empresa es complejo y por ello es fundamental enseñar a los menores que los errores y fracasos son neceesarios en el proceso de desarrollo de cualquier objetivo, y que por ello es necesario llevar a cabo un proceso de maduración.
«Lo que promovemos es que el niño se sienta seguro de ir desarrollando sus ideas a lo largo del tiempo para que cuando llegue a una edad madura pueda juntarse con otros emprendedores para explorar alternativas de financiamiento para llevar proyectos al mercado».
Para Almazán Anaya, quien a los 18 años se graduó como médico cirujano, la creatividad es una preciada capacidad que debe impulsarse en los primeros años de vida, pues cuando una persona llega a la universidad suele adquirir un pensamiento metodológico que puede llegar a reducir la generación de ideas innovadoras.
En este entorno, un adolescente sobredotado de 14 años puede llegar a pensar que no tiene sentido desarrollar un proyecto porque nadie le va a hacer caso o que todavía no es su momento, cuando en realidad es en esa etapa cuando nacen las ideas, pero su desarrollo y puesta en marcha dependen en gran parte de que el entorno educativo, de orientación y capacitación sea el óptimo.
En opinión del joven doctor y también licenciado en psicología, existe una relación muy estrecha entre el nivel promedio de IQ (Coeficiente Intelectual) y el ingreso per cápita de un país, pues la inteligencia es un factor clave en el desarrollo económico, social y cultural de una sociedad.
Destinar recursos al sector educativo es una premisa que diversos países reconocen como un motor de desarrollo pues se sabe que por cada dolar invertido se tiene un retorno de 1.5 dólares a 20 años; sin embargo, en el caso de las personas sobredotadas el retorno de la inversión se triplica.
«Esto no significa que todos los sobredotados necesariamente tengan un caso de emprendedurismo, pero una buena parte puede llegar a desarrollar proyectos revolucionarios, crear empresas y generar negocios si están en un entorno favorable».
Sin embargo, en países como México en donde la inversión y el grado de atención que se pone en la población sobredotada es mínimo, se provoca una «fuga de cerebros» cuando llegan a la preparatoria y su talento termina en otro país.
Si bien el país ha avanzado en materia de detección de niños y jóvenes con un nivel intelectual superior al promedio, aún falta mucho por hacer en términos de seguimiento y educación acorde a los intereses y necesidades de los estudiantes.
«En México hay tres centros Cedat, uno en la Ciudad de México, otro en el Estado de México y uno más en Guadalajara, pero son insuficientes porque hay niños que no tienen la posiblidad de asistir a uno de ellos y no pueden acceder a programas de tiempo completo, estamos buscando cambiar eso».
El joven sobredotado refirió que a la fecha se han detectado más de 7 mil casos de niños y jóvenes que presentan un IQ (Coeficiente Intelectual) superior a 130 puntos, es decir, al estar por encima del promedio de 100, tienen una condición de sobredotación.
«Es necesario romper con los estigmas que existen en el sistema educativo para evitar que cuando los niños crezcan pierdan su creatividad y que sean capaces de pensar fuera de los parámetros promedio, eso es muy importante porque es así como la sociedad ha evolucionado, de lo contrario seguiríamos usando carruajes, siempre debe haber alguien que piense más allá y eso es lo que queremos, formar un pensamiento más creativo que se mantenga y desarrolle durante la adultez en lugar de suprimirlo en la parte educativa».
C$T-GM