Además de los protocolos sanitarios, en el próximo regreso a clases se deberá considerar que habrá alumnos que por decisión propia y de sus familias no regresarán a las aulas físicas y ante lo cual profesoras y profesores se enfrentarán al gran desafío de operar en un modelo híbrido atendiendo tanto al estudiantado que recibirá sus clases a distancia y quienes físicamente estarán presentes.
La medida adoptada en México para dar continuidad a los aprendizajes en la modalidad a distancia ha sido a través del programa Aprende en Casa, mediante señal de televisión, que de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha beneficiado a 30 millones de niñas, niños y adolescentes, algunos de ellos han utilizado plataformas de mensajería y correos electrónicos para entregar sus actividades.
Si bien se estableció un regreso a clases presenciales voluntario el 7 de julio pasado, en la Ciudad de México sólo se hizo efectiva esta medida durante una semana, debido al cambio en el semáforo de alerta sanitaria, pero la SEP ha reiterado la intención de tener de nuevo en las aulas a los estudiantes el 30 de agosto próximo, para iniciar el ciclo escolar 2021-2022, pero no todos los estados de la República estarán en condiciones de cumplir con ello.
En este contexto, los profesores y profesoras necesitarán continuar con la transformación educativa, a fin de elaborar contenidos para la educación híbrida.
Durante la pandemia, la tecnología ha sido muy importante en diferentes sectores. Sin embargo, no lo es todo a la hora de aprender, puesto que en este sector se requiere una planeación, para llevar a una formación integral a niñas, niños y adolescentes.
La transformación digital, como destaca Omar Pelaez, arquitecto de soluciones de colaboración de Cisco México, ha permitido que el conocimiento esté en la palma de la mano; pero se necesita una guía, para discernir qué es falso o verdadero del cúmulo de información que se encuentra en internet y llevar a buen puerto los aprendizajes.
“No es lo mismo aprender en la red que encontrar una estructura de conocimiento validado que nos lleve de manera planeada a formarnos en algún tema, permitiéndonos tener un trazo guiado para el logro de objetivos en un tiempo definido que provee la academia tanto digital como presencial”.
En ese sentido, el especialista prevé que se tendrá un regreso paulatino a las escuelas, con escenarios de aprendizaje híbrido mucho más claros y que ya han sido acelerados y adoptados por profesores y estudiantes, donde las plataformas digitales ya están incluidas de una forma más natural.
Incluso, considera que el mito de que las plataformas digitales sustituyen al profesor desaparece, aunque sí se exigirá más atención de los docentes para mantener contenidos que puedan ser consumidos en los canales receptivos que permite utilizar la tecnología actual.
“Ni las escuelas, ni los profesores dejarán de existir, pero seguramente el formato de entrega de contenidos sí lo hará y el proceso por el cual deben pasar para ser consumidos también se debe modificar como parte de la evolución educativa”.
Asimismo, el especialista advierte que no se debe perder de vista el uso de redes seguras para la protección de docentes y estudiantes, y para que quienes estén a distancia tengan la misma experiencia de estar en un salón de clase.
Subrayó que otro pendiente por resolver es el tema de la brecha digital, para que todos estén incluidos en esta nueva realidad.
En México, la educación en tiempos de pandemia ha marcado aún más las desigualdades que existían previo a la crisis. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estima que unos 2.2 millones de alumnos tienen alto riesgo de no haber avanzado en los aprendizajes.
De acuerdo con un estudio de la UNESCO, el cierre de las escuelas ha colocado a más de 100 millones de niños y niñas en el mundo por debajo del nivel mínimo de competencia en lectura; la agencia de la ONU estima que si no se aceleran los esfuerzos, el ritmo de progreso que había antes de la pandemia no se recuperará hasta el 2035.
C$T-GM