Participan proyectos de la UNAM y del IPN.
Una delegación de seis talentosos jóvenes mexicanos participan en la Poland Mars Analogue Simulation 2017 (PMAS), auspiciada por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Space Generation Advisory Council (SGAC), que da soporte al Programa de Aplicaciones Espaciales de la ONU, entre otros organismos internacionales.
Se trata de una misión que inició el pasado 28 de julio y que estará vigente hasta el 13 de agosto próximo, en dos estaciones científicas, localizadas en la región báltica de Europa.
La delegación mexicana está conformada por Carlos Salicrup, Danton Bazaldua, Juan Carlos Mariscal y Yair Piña de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como por Walter Calles, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Carmen Félix, del ITESM.
Carlos Salicrup, piloto y médico egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM, es líder del equipo médico de la PMAS en donde, junto con otros doctores de diversas nacionalidades, estarán pendientes del estado físico de los astronautas análogos las 24 horas del día, durante los 15 días que durará la misión.
Entre las variables que analizarán están: ¿Cómo se comporta el ser humano en estas simulaciones espaciales? y ¿cómo se trabaja en equipo con personas de diferentes culturas, razas y religiones? Cuyas respuestas contribuirán a la realización de un viejo sueño de la humanidad: pisar otro planeta, en este caso, Marte.
Yair Piña, estudiante de la Facultad de Ciencias, participa como comunicador de cápsula en el centro de soporte de misión, desde donde se brindará el apoyo necesario a los astronautas análogos.
Desde hace dos años, el SGAC (Consejo Consultivo de la Generación Espacial) invita a estudiantes e investigadores de todo el mundo a proponer proyectos que se probarán con los astronautas durante la simulación. Este año fueron aprobados 18 experimentos, de los cuales dos corresponden a la UNAM.
El primero fue desarrollado por la UNAM Space: Rover, prototipo de robot explorador de Marte, autónomo y dotado de inteligencia artificial, diseñado para tomar muestras de la superficie que deposita en un contenedor.
El segundo proyecto es “Monitoreo remoto de signos vitales”, creado por los estudiantes Danton Bazaldua, de la UNAM, y Walter Calles, del IPN.
Consiste en un chaleco que mide la temperatura del cuerpo, el pulso y la frecuencia respiratoria de los astronautas. Cuenta con un sensor de electrocardiograma que transmite la información a la nube, la cual se puede consultar en tiempo real desde cualquier parte del mundo, y si la misión tiene éxito, también lo hará desde el planeta rojo.
El equipo médico tiene un acelerómetro o sensor de posición que indica el estado del astronauta, así como un sensor de temperatura y uno de oxígeno que ayuda a medir la frecuencia cardiaca y su ritmo de respiración.
Es el único proyecto de telemedicina de la misión y ayudará a medir en tiempo real las respuestas de los astronautas. Permitirá un control serio y restringido de los signos vitales, así como un monitoreo certero de la salud del astronauta y de que sus actividades las realiza de manera favorable.
Carmen Félix, astronauta análoga mexicana y maestra en Ciencias Espaciales por la International Space University (ISU) en Francia, es la supervisora de la misión, quien señaló que aprovechará esta oportunidad para demostrar al mundo el grado de especialización que estudiantes y profesores mexicanos han alcanzado en el desarrollo de temas espaciales.
Los jóvenes mexicanos están demostrando que sus ideas tienen potencial y esta clase de eventos, son la ocasión para ponerse en contacto con líderes del sector espacial a nivel internacional”, concluyó.
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