En América Latina, donde cada mes nacen en promedio cinco startups dedicadas al segmento Insurtech, México es uno de los países que ya registra una marcada consolidación de este tipo de empresas especializadas en el sector de los seguros y que utilizan nuevas tecnologías para ofrecer productos y servicios innovadores a sus clientes.
“Particularmente el mercado mexicano transita un proceso donde las insurtech que emergieron y que fueron exitosas se están consolidando en términos empresariales, más que en la aparición de nuevas compañías, y las mexicanas han aportado valor agregado respecto al resto de la industria”, explica Fernando López Orlandi, Gerente Regional de Ventas Charles Taylor InsureTech.
En entrevista para ConsumoTIC, el especialista refirió que México es uno de los países que más contribución al ecosistema tiene, sobre todo en lo que se denomina neo insurance o nuevas compañías de seguros. Actualmente el país cuenta con una gran cantidad de empresas con modelos disruptivos de negocio para operar 100 por ciento digital.
Este panorama, afirmó, tiene qué ver con la madurez de estas startups, el haber tenido una pronta explosión respecto a la cantidad que salió al mercado regional y que sean las primeras que transitan por esa curva.
Así, son las que actualmente tienen la capacidad de compararse con alguna de renombre a nivel global como Lemonade, considerada uno de los unicornios más exitosos que cuenta con más de un millón de clientes en Estados Unidos, que fue la más disruptiva. Hoy las insurtech mexicanas se acercan mucho a ese modelo.
En América Latina, el ecosistema de empresas que implementan tecnología en la industria aseguradora o Insurtech está conformado por aproximadamente 400 unidades, ya que en promedio surgen cinco startups de este sector al mes.
“Brasil, por el tamaño de negocio que tiene, lidera la región aportando 33 por ciento de Insurtech al ecosistema e inmediatamente le sigue México que actualmente contribuye con 85, es decir casi 20 por ciento en la región”, añadió.
A tasas anuales, el crecimiento del sector se estima en 20 por ciento, proyección que aplica para los países de la región, por lo que se espera que para el 2025 existan alrededor de mil startups dedicadas al segmento Insurtech.
López Orlandi expuso que esa relación de crecimiento en términos de cantidades y empresas se traduce también en inversión, es decir, el año pasado todo el ecosistema insurtech recibió una inversión récord de 390 millones de dólares y esto en cuestión de montos, representó más del 200 por ciento de inversión respecto al 2020.
En el mapa insurtech es posible clasificar a las empresas que participan en el mercado en tres grandes segmentos: el de la distribución, que básicamente fue el primero que aparece y que está relacionado con esquemas de cotización digital y con los sistemas de brokers online.
Después aparecieron las insurtech especializadas en brindar servicios al mercado, donde se sitúan las vinculadas con acompañamiento en la gestión de siniestros, telemática, servicios de salud y bienestar asociados al seguro, y finalmente está el tercer rubro donde se ubican nuevos modelos de negocios.
En días recientes, Charles Taylor adquirió participación en una compañía especializada en detección automatizada de fraude, Fraud Keeper, con la que entre otros objetivos, se busca de manera anticipada identificar posibilidades de fraude ante la declaración de un siniestro en un contexto en el que al menos 70 por ciento de las organizaciones de seguros manifestaron haber tenido casos de estafas.
Ello a través de herramientas como software que clasifica y acelera de manera automática la gestión de las reclamaciones genuinas, además de machine learning y un sistema capaz de hacer una selección inteligente de riesgo, así como predecir la rotación de nuevos clientes.
Al abordar las soluciones tecnológicas con las que opera Charles Taylor, firma con más de 100 años en el mercado, enumeró Machine Learning, cuyos procesos de aprendizaje incluyen prácticas históricas con las que se conoce de antemano cuáles son los principales indicadores estadísticos de una posibilidad de fraude.
“Ahí se tienen en cuenta características como por ejemplo si un siniestro se denuncia a pocos días antes del vencimiento de la póliza, al menos es un indicador que aunque no garantiza que sea un fraude, es un indicador a considerar en el caso. También si el asegurado días antes de delatar el hecho solicita un aumento en la suma asegurada”.
Otro uso es el análisis de variables relacionadas con el comportamiento del mercado y del perfil del consumidor, con los que se hacen revisiones estadísticas con las que se elaboran distintos tipos de diagnósticos, acotó.
En términos generales, el especialista prevé que el mercado asegurador basará su desarrollo en la tecnología, pues cada vez más se observa el nacimiento de insurtech vinculadas con Internet de las Cosas (IoT), telemetría, además de una inminente proliferación de 5G.
Por ello, enfatizó, para las organizaciones será muy importante contar con tecnologías que les permitan participar de este ecosistema ante la aparición de nuevos jugadores y sus perfiles innovadores, así como la rapidez en su integración.
“Hace unos años había un gran cuestionamiento sobre si las Insurtech venían a desplazar a las compañías de seguros y a los canales de intermediación, pero el tiempo delimitó que estas complementan y enriquecen el canal de negocios”, acotó.
Y es que a una compañía de seguros tradicional no siempre le resulta rentable desarrollar una tecnología específica, por lo que la especialización e innovación de las Insurtech les permite explorar diversos segmentos del mercado.
“Cuando uno entiende que se puede producir una sinergia entre ambas instancias y no una competencia, el desafío será cómo hacer para que esta Insurtech que está en esta punta del mapa y esta otra que está del otro lado, aporten a través de la digitalización y así sumar a la cadena de valor para sacar el mayor provecho”, concluyó López.
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