Debido a sus ventajas comparativas contra otros mercados, México está recibiendo grandes inversiones en semiconductores, como la planta de Foxconn en Jalisco, que abastecerá de superchips para IA de Nvidia; la inversión de mil 300 millones de dólares de infraestructura de IA por parte de Microsoft y la de 4 mil 500 millones de dólares anunciada por Amazon Web Services (AWS).
En ese sentido, el país se encuentra ante la gran oportunidad de insertarse de lleno en ese mercado, no sólo para abastecer a los mega jugadores internacionales, sino también para un mercado interno creciente, porque el de los semiconductores ya no es sólo “un tema de comodidad de la vida moderna, sino de seguridad nacional y supervivencia que está llevando a las potencias mundiales a cambiar sus políticas en la materia, lo que resulta en un profundo reordenamiento de las cadenas globales de valor”, advierten especialistas del BID.
En una propuesta de estrategia para posicionar a México en la cadena de valor de los semiconductores en el mundo, los especialistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Carlos Guaipatin, Agustín Filippo, Lucas Navarro y Federico Wyss, señalaron que la mira está puesta en el mercado mexicano.
Prueba de ello es el reciente anuncio del Plan Maestro para el Desarrollo de la Industria de Semiconductores en México 2024-2030, donde la CANIETI y la Embajada de los Estados Unidos en el mercado doméstico, plantearon duplicar las exportaciones y el empleo de la industria de semiconductores y relocalizar operaciones de diseño, ensamble, empaque y pruebas (ATP, por sus siglas en inglés) con un monto que podría superar los 10 mil millones de dólares en los próximos cinco años.
En ese sentido, los especialistas plantearon la co-creación de una agenda científico-productiva para semiconductores con el sector privado y la academia; y la promoción de la entrada de nuevas empresas productoras de software y de semiconductores de baja complejidad que resultan críticos para la industria nacional.
Por lo que hace a la agenda científico-productiva, “es fundamental que los semiconductores sean parte de la agenda científica nacional, porque México tiene capacidades científicas públicas en semiconductores que pocos países en el mundo poseen”.
Dichas capacidades deben ser fortalecidas y expandidas, “aprovechando los nichos de oportunidad que se abren con la actual reconfiguración de la cadena”. En materia de innovación y desarrollo, los esfuerzos de la cadena fueron típicamente orientados hacia el eslabón de fabricación (o frontend como se le conoce en inglés), con el objetivo de crear circuitos cada vez más pequeños.
“Pero la innovación también puede -y debe- ocurrir en otros lugares, sobre todo si se espera un agotamiento en la capacidad de miniaturización de componentes. Uno de estos nuevos lugares para la innovación es lo que se conoce como “advanced packaging” (AP), un conjunto de tecnologías que permiten desarrollar productos más eficientes, con independencia del tamaño de los chips”.
Como ejemplo de la importancia económica de las AP, está la inversión de 3 mil 500 millones de dólares que recientemente realizó Intel en Estados Unidos para fabricar circuitos optimizados para IA y 5G.
“Lo anterior abre oportunidades para México, que ya tiene experiencia en el eslabón de ensamblado y prueba y cuenta con las capacidades científicas que le permiten aspirar a hacer su aporte al desarrollo de nuevas tecnologías en esta cadena. Para que esto ocurra, será fundamental fortalecer al sistema científico nacional para que aproveche sus lazos con la industria local y con la cadena de los Estados Unidos”, advierten los especialistas.
Respecto a la propuesta de promover la entrada de nuevas empresas, la idea de maximizar el impacto económico y social de las inversiones privadas, se basa en impulsar la aparición de nuevas empresas e inversiones que fortalezcan el ecosistema nacional en materia de semiconductores.
“Las nuevas empresas podrán surgir de las oportunidades de innovación que aparecen en una amplia gama de actividades de la cadena: desde diseño específico de software, dispositivos o procesos; hasta manufacturas especializadas de semiconductores, packaging, o insumos específicos”, señala la propuesta del BID.
Los especialistas señalan que, además de ciencia y talento, este nuevo tipo de actividades requerirá de importantes inversiones públicas en infraestructura, así como de desarrollo de una normativa moderna que permita a las empresas locales integrarse exitosamente en estas cadenas de valor.
“La provisión de este tipo de bienes públicos es necesaria para que aparezcan cada vez más empresas e inversiones asociadas a la cadena de semiconductores en México”.
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