Ciberdelincuencia generó pérdidas por 600 mil mdd
La transformación digital representa la posibilidad de eficientar y modernizar el sector productivo, así como crear nuevos modelos de negocio, lo que ha exigido el uso de amplias plataformas digitales como la nube, mayor movilidad, y tener conectados más de 9 mil millones de dispositivos, es decir, el inicio hacia una sociedad hiperconectada, lo cual representa también más ventanas de vulnerabilidad en materia de ciberseguridad.
«Debido a este nivel de conectividad, la superficie de ataque en expansión ha generado una enorme brecha en la capacidad de las organizaciones para comprender verdaderamente su exposición cibernética. Ello es preocupante si tomamos en cuenta que actualmente existen más de 9 mil millones de dispositivos del Internet de las Cosas (IoT) implementados en las empresas y más del 90 por ciento de las organizaciones cuentan con aplicaciones que se ejecutan en la nube», explicó Luis Isselin, Director General de Tenable México,
Los cibercriminales, añadió, han concentrado sus ataques hacia la infraestructura crítica de sectores como los servicios financieros, servicios públicos, cuidado de la salud, y gobierno, afectando toda la gama de recursos conectados que las organizaciones y clientes implementan y de los cuales dependen. El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, estimó que la ciberdelincuencia en 2018, provocó un costó a la economía mundial superior a los 600 mil millones de dólares.
«Los gobiernos de todo el mundo reconocen también la amenaza que plantean los ciberataques contra la infraestructura crítica, los datos personales y los sistemas nacionales de seguridad, y han trabajado para
desarrollar políticas de ciberseguridad para hacer frente a esta amenaza», precisó .
En el contexto del foro Seguridad Cibernética para el Sector Financiero, Jamie Brown, director de Asuntos de Gobierno en Tenable destacó algunos de los principios clave de política de ciberseguridad que deberían ser adoptados por los gobiernos del mercado global.
A través de sociedades público-privadas los gobiernos deberían involucrar más a los denominados «Stakeholders» así como realizar consultas vinculadas al desarrollo de políticas, leyes y normas que contribuyan a establecer políticas que se fundamenten en las capacidades y la experiencia de las organizaciones que desarrollan tecnologías de seguridad innovadoras y con amplia experiencia en el combate a la ciberdelincuencia.
De igual forma es necesario contar con políticas flexibles orientadas a la obtención de resultados, que permitan a las organizaciones adaptarse a los cambiantes entornos que generan las crecientes amenazas de cioberseguridad y también a que las organizaciones puedan seleccionar mejores prácticas y las tecnologías más adecuadas.
Al desarrollar políticas de ciberseguridad, los gobiernos deben considerar el contexto tecnológico global, ello porque las amenazas cibernéticas no reconocen fronteras internacionales, por lo cual es conveniente que las defensas cibernéticas también permitan el flujo de datos transfronterizos, para habilitar mejores esquemas de seguridad y se alineen con estándares internacionales.
C$T-EVP