La Inteligencia Artificial (IA) otorga un “botón de fácil acceso” a los sistemas y dispositivos de casi cualquier persona en el mundo, al grado que las contraseñas ya no son un obstáculo para los delincuentes, quienes con estas herramientas puede producir ataques de “spear phishing” o “pesca con arpón” y noticias falsas y videos hiperrealistas, con tal calidad, que aumenta exponencialmente su tasa de éxito.
Ante tal situación el mundo ya pasó el punto de tener infraestructura de ciberseguridad en las organizaciones, pues esto ya no es suficiente para protegerse y, sobre todo, los ciberataques ya no se limitan a las grandes empresas, sino que afectan también a las MiPymes, que dependen en gran medida de sus sistemas informáticos, destacó Joao Horta, vicepresidente Senior de Estrategias de Crecimiento para América Latina de Fortinet.
Al participar en el Telco Business Forum 2025 Ciudad de México, organizado por la empresa de ciberseguridad, explicó que más allá de la protección contra ataques, hoy el enfoque se centra en la ciber resiliencia, es decir, las capacidades que las organizaciones tengan para resistir los ataques y recuperarse una vez que han sido víctimas de la delincuencia.
Si bien la mayoría de las organizaciones creen ya estar preparadas con sistemas de ciberseguridad para enfrentar a los delincuentes, “la realidad nos rebasa; esa falsa sensación de seguridad que tentemos al contar con protecciones, se ve superada con la calidad de las amenazas que hoy, con IA, los delincuentes son capaces de crear videos con la voz e imagen clonadas de contactos legítimos, con tal precisión, que es casi imposible detectarlos”.
“Tener infraestructura de ciberseguridad ya no es suficiente”, como lo demuestra el Reporte sobre ransomware 2025 de Fortinet, según el cual, 51 por ciento de las empresas fue víctima de la delincuencia, aun contando con hasta dos soluciones de ciberseguridad, y a pesar de que 78 por ciento de las empresas se cree preparada para enfrentar este delito.
En medio de toda esta situación, aún existen barreras para llevar la protección al siguiente nivel. La más importante es por supuesto la presupuestal (62 por ciento); seguida por la falta de personal calificado (51 por ciento); la complejidad de la implementación (45 por ciento) y la perspectiva de que estas herramientas son un “gasto” en lugar de una inversión (36 por ciento).
Esta combinación, aseguró Joao Horta lleva a veces a los directivos a un estado de confusión sobre cómo y en qué orden se deben de realizar las actividades para pasar al siguiente nivel de protección, una vez que se ha entendido la gravedad del riesgo.
Sin embargo, la guía es muy clara cuando se analiza el tamaño de cada uno de los mercados por solución y su tasa de crecimiento anual. Así, las soluciones de acceso seguro desde cualquier lugar, conocido por sus siglas en inglés como SASE, ocupa el primerísimo lugar, con una tasa de crecimiento anual de 22 por ciento y un valor de mercado de mil 900 millones de dólares.
El segundo es la demanda de monitoreo constante cuyo tamaño de mercado asciende a mil 600 millones de dólares y 18 por ciento de tasa de crecimiento anual, seguida por el aumento de usuarios y dispositivos, con un valor de mercado de mil 800 millones de dólares, pero una tasa de crecimiento anual de 17 por ciento.
A estas categorías les siguen la migración de cargas de trabajo a la nube, con un mercado de 810 millones de dólares y crecimiento de 14 por ciento; y finalmente el aumento de ciberataques de ingeniería social, con un valor de mercado de 450 millones de dólares y un incremento del 12 por ciento potenciado por la IA que está a la mano de la delincuencia.
La buena noticia, explicó, es que “sí hay formas de protegerse” y por ello es importante recurrir a las certificaciones que muchas empresas ofrecen –incluyendo Fortinet—para entrenar constantemente al personal, para prevenir ataques y saber qué hacer para recuperar pronto y lo más completamente posible la información de la empresa vulnerada.
C$T-GM






































